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Canarias ya vive la mayor crisis migratoria de su historia

Las personas llegadas desde África este año a las Islas suman 31.887 y superan las cifras de 2006, las más altas hasta ahora. Ayer fueron rescatados otros 700 migrantes cerca de El Hierro, con cuatro fallecidos
Canarias ya vive la mayor crisis migratoria de su historia

Un nuevo récord. El Hierro recibió este sábado 739 migrantes en cuatro cayucos, de los que dos llegado muertos y otros tantos fallecieron en tierra. Esto supone que se han superado en 255 las arribadas de personas a Canarias por esta vía registradas en todo 2006, al contabilizarse ya 31.933, frente a las 31.678 de ese año. Los dos primeros cayucos llegados a la isla canaria más occidental fueron avistados sobre las 18:12 horas del viernes y sus 254 ocupantes desembarcaron pasada la media noche en La Restinga; todos, en buen estado de salud. Otros dos localizados a las 21.40 horas de ese día llegaron ya entrada la madrugada al mismo puerto. En el tercero viajaban 238 personas, de las cuales 13 fueron trasladadas al hospital, donde fallecieron dos de ellas, y en el cuarto cayuco llegaron otras 247 personas, con dos fallecidos y un traslado al hospital. En total, han sido 739 migrantes los que han desembarcado de madrugada en El Hierro, donde cuatro han culminado para siempre su travesía vital al morir en la búsqueda de un futuro mejor.


El balance del Ministerio del Interior a 31 de octubre de 2023 contabilizaba 30.705 migrantes que habían llegado a las Islas, lo que representaba un 111,2% más que el mismo dato del año anterior. Además, según datos recopilados por Europa Press, en los primeros cuatro días de noviembre se han rescatado en el mar 1.182 personas a bordo de once embarcaciones irregulares. En este 2023, no solo se ha rebasado el número de migrantes, sino también el histórico de personas que viajaban en un mismo cayuco: el 21 de octubre fue interceptada una embarcación en El Hierro con 320 personas, por encima del anterior registro de 271 ocupantes, el 3 de octubre de este año.


Las 14.976 personas llegadas a los puertos de Canarias o rescatadas por Salvamento Marítimo y la Guardia Civil en aguas de su entorno en el mes de octubre no solo carecen de precedentes, sino que le han dado la vuelta a una ruta, la Atlántica, que estaba muy activa desde 2019, pero que llevaba año y medio en tendencia descendente. El retorno de los cayucos que comenzó a percibirse en verano lo ha cambiado todo: en octubre han transportado a Canarias desde África tantos inmigrantes como habían llegado de enero a septiembre, con cifras de personas a bordo nunca vistas en esa zona del Atlántico (hasta 320 en una sola embarcación, un 50% por encima de las barcas más grandes que se vieron en 2006). Entre lo ocurrido en 2006 y la situación que ahora se vive hay similitudes y diferencias, que resume José María Rodríguez (Efe) en este análisis:


Senegal.- La salida masiva de jóvenes de Senegal lo ha cambiado todo y conecta este episodio con la crisis de 2006. Desde el verano de 2019, la ruta canaria era utilizada como vía de acceso a Europa por ciudadanos marroquíes en porcentajes que fluctuaban entre el 50% y 60%. El 30 de septiembre, Senegal igualaba ya a Marruecos en flujo de migrantes a Canarias (3.050 y 2.949 sobre 14.564).
España ya no es un país de tránsito.- En 2006, la mayoría de los migrantes senegaleses que pisaba España lo hacía pensando en seguir camino a Francia, Bélgica u otro país francófono. Solo los marroquíes llegaban con voluntad de quedarse.


La red de acogida.- Íñigo Vila, director de la Unidad de Emergencias de la Cruz Roja, señala que, en buena medida, la red de acogida humanitaria de España comenzó a construirse con la crisis de los cayucos de 2006. Se improvisaron grandes campamentos en cuarteles militares.


Los menores.- Revisar la hemeroteca de 2006 permite comprobar que el Gobierno de Canarias se quejaba de lo mismo que ahora. Fernando Clavijo (CC) repite lo que denunciaba Ángel Víctor Torres (PSOE): Canarias se siente desbordada con el volumen de menores que tiene bajo su tutela, más de 4.500, casi la mitad llegados en los últimos cuatro o cinco meses. Las cifras son mucho mayores.


El SIVE y las ONG que vigilan el mar.- Hace 17 años, las llegadas de cayucos a la playas, directamente, eran muy frecuentes, cuando no diarias, lo que exponía a sus ocupantes a un riesgo que no solían percibir: encallar en fondos que no conocían y podían ser peligrosos, volcar y morir ahogados a unos metros de tierra. El Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE) estaba ya en fase despliegue.


Externalizar las fronteras.- La crisis de 2006 de Canarias dejó como principal legado algo que luego la Unión Europea ha repetido en otros lugares: la externalización de las fronteras (convenios con otros estados).


Menos tránsitos en tierra.- Txema Santana, asesor del anterior Ejecutivo canario, apunta que esta se está consolidando como una ruta regional, centrada en los países vecinos, a diferencia del Mediterráneo. Pero percibe un cambio en el relato: cada vez menos cuentan que han atravesado el Sáhara o el Sahel en su trayecto.


Muertos y desaparecidos.- Los servicios de Salvamento y las redes de aviso y apoyo han mejorado, pero la ONU cree que han perdido la vida 3.599 personas desde 2014. Y se queda corta.

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