Entrar en las instalaciones de la Fundación Neotrópico es como hacer un safari, con la salvedad de que los más de 1.700 animales, de casi 200 especies diferentes que allí se encuentran, han sido rescatados o incautados en diferentes puntos de Canarias, e incluso del resto de Europa, por tratarse de especies protegidas por ley o en peligro de extinción.
Este centro, el único de fauna exótica existente en Canarias, tiene su sede en Santa Cruz de Tenerife, concretamente en el distrito Suroeste de la capital, y se dedica desde hace más de 22 años a realizar una gran tarea medioambiental, educativa y de investigación en torno al mundo animal.
Parte de los esfuerzos de la casi treintena de personas que allí trabajan, entre biólogos, veterinarios y personal de mantenimiento, se centran en el rescate y cuidado de fauna no doméstica que ha sido abandonada en calles o parques, además de otras especies decomisadas por tráfico ilegal o por estar en fincas u hogares como mascotas, lo que prohíbe la legislación actual.
En tan sólo el último año, estas instalaciones ya se han quedado pequeñas para acoger a tantos animales que llegan al recinto y entre los que destacan cocodrilos, tortugas de varias especies -muchas amenazadas- grullas, iguanas, emúes, macacos, titis, zorros, murciélagos, loros, guacamayos, cotorras, aguilillas, tarántulas, escorpiones o serpientes. Un desbordamiento que, en palabras del presidente de la Fundación Neotrópico, Jaime de Urioste, ha hecho que “en tan sólo los últimos dos meses se haya incrementado en casi el 40% el número de animales incautados que llegan a nuestro centro”.
Ante esta situación, el concejal de Bienestar Animal del Ayuntamiento capitalino, Carlos Tarife, visitó ayer junto a otros responsables de la Corporación el centro de recuperación de fauna exótica, donde anunció que “a partir del próximo año se cederá definitivamente el terreno anexo a estas instalaciones, sitas en Barranco Grande, donde comenzarán las obras de ampliación, que estimo tengan un coste aproximado al medio millón de euros”.
En este sentido, Tarife señaló que “el Ayuntamiento está esperando a que Gestur concluya el proceso de ordenación urbanística y, una vez lo haga, las obras empezarán a ejecutarse, lo que estimo ocurra en 2025. Se trata de un terreno de 16.000 metros cuadrados en el que podrán instalarse más terrarios y jaulas, centros para la investigación y, además, un gran lago en el que irán ubicadas las tortugas”, detalló.
Un proyecto futuro para esta ONG que pasará de un centro con 4.000 metros cuadrados actuales a casi triplicar su superficie gracias a la colaboración del Ayuntamiento capitalino, así como del Cabildo de Tenerife y el Gobierno de Canarias, que utilizan también estas instalaciones para albergar a especies en peligro rescatadas de otros puntos de las Islas.
Invasoras
El concejal recordó que “colaboramos hace años con esta entidad, a la que le pedimos ayuda en muchísimas ocasiones cuando encontramos a animales exóticos en nuestras calles, plazas o zonas naturales para que las recojan y las atiendan, la mayoría por ser especies invasoras, tal y como ha ocurrido recientemente con los cangrejos de río encontrados en el parque García Sanabria, para los que en breve se dará solución gracias al asesoramiento de esta Fundación, o con la gran proliferación de cotorras que están invadiendo el centro y barrios de la capital”.
Por su parte, De Urioste definió la labor que realizan como “custodios de especies exóticas” y se mostró orgulloso del cuidado que dan a cada uno de los ejemplares que allí llegan para su atención, a los que se aplica la política de cero sacrificio. Cada animal tiene su nombre, como es el caso de Frankie, una tortuga que acompaña a la Fundación desde 1991. A todos se les trata con cariño y respeto, el que no tuvieron cuando fueron capturados de su hábitat natural para ser vendidos en el mercado negro, ejercer como mascotas, actuar en circos e incluso como atracción en prostíbulos.
El centro ofrece, además, formación específica a estudiantes y a cuerpos de seguridad local o estatal y es el único de fauna exótica en Canarias con una cuarentena de nivel 3 de Bioseguridad certificado para evitar que los animales confiscados introduzcan enfermedades peligrosas en la Isla, porque liberar especies exóticas, además de ser una infracción grave de la normativa vigente, puede provocar alteraciones en el medio natural.
Más de mil tortugas, cocodrilos, grullas y hasta zorros
La Fundación Neotrópico ha actuado en lo que va de año en 132 ocasiones localizando y retirando de domicilios y calles un total un 465 animales exóticos en la capital tinerfeña, especies invasoras que se atienden en este centro hasta que se considera, por parte del Ministerio para la Transición Ecológica, que pueden adaptarse y sobrevivir si son devueltas a sus lugares de procedencia. No obstante, reciben a animales de otros municipios canarios e incluso de España o Europa. Cocodrilos del Nilo, gallipatos, monos, lagartos sudamericanos, iguanas rinocerontes confiscadas de una finca en Güímar, reptiles (boas pitón, falsas corales o tarántulas) y más de mil tortugas conviven en armonía en este recinto.