Con sólo 12 años, Paco Urbano (Santa Cruz, 1951), considerado como uno de los mejores baterías de España en la década de los 70, ya tocaba en Los Sombras, que sacaron la nariz en el colegio de San Ildefonso de Santa Cruz y fueron la revelación de la música pop/rock de la época en Canarias. Auténticos vanguardistas.
Paco se convierte en una autoridad cuando habla de aquellas vanguardias, que aparecieron en Canarias mucho antes que en la Península. Aquí se conocía a Chicago cuando en Madrid no habían escuchado la canción Saturday on the park, por ejemplo. El grupo de Illinois también marcó a un montón de músicos de las islas. En aquellos tiempos, las listas de éxitos estaban encabezadas por personajes como Demis Roussos, con We shall dance; Pop-Tops, con Mamy Blue (compuesta por el francés Hubert Giraud durante un embotellamiento de tráfico en París); y Albert Hammond, con Nunca llueve al sur de California. ¿Les parece poco? Todas esas canciones aparecieron al comienzo de la década de los 70.
Paco Urbano seguramente no se cree que es un mito, ni yo tampoco se lo dije cuando hicimos el campamento militar, juntos, en Hoya Fría, en compañía, entre otros personajes, del Tarzán David Carpenter, nacido Domingo Codesido, un chico estupendo con una imaginación desbordante, tristemente fallecido. Paco, no te dije en los Limoneros que a Domingo “Tarzán” le escuché decirle a unos turistas en la Plaza del Charco: “No suban al Teide, porque allí hay bandidos que los pueden asaltar”. Paco Urbano fue batería no sólo de Los Sombras, donde empezó el mito, sino también de Pop-Tops, Rockambole, Desmadre 75 (Saca el whisky cheli para el personal) y hasta con Caco Senante grabó un disco en Manzana que nunca salió.
-¿Y viajaban en furgonetas?
“Claro, como los más grandes”.
-¿Y participaron en San Remo?
“Sí señor, pero casi nadie se acuerda”.
-¿Y qué significaron los Pop-Tops?
“Pues una banda fantástica que alcanzó el puesto número uno en las listas de media Europa, excepto en Inglaterra”.
-¿Y Los Canarios?
“Innovaron, incorporaron metales, aquello era una revolución y lo consiguió una banda española y un canario sabio como es Teddy Bautista”.
-¿Cuántos años estuviste en Madrid?
“Diez años, o así, y cuatro o cinco en los Pop-Tops, que desapareció porque empezaron a ponerse de moda los solistas y a bajar la cotización de los grupos. Aparecieron Juan Pardo, Junior, todos esos. Yo viví unos cuantos años en el piso de Teddy en Madrid, me acogieron muy bien. Era una época muy entrañable, de gran compañerismo entre todos los de la profesión”.
-También de algún que otro gafe, pregúntale a Caco por uno de Las Palmas.
“Sí, coño, todo el mundo lo sabe”.
-Con miles de anécdotas.
“Sí, como una vez, con Caco precisamente, que ensayamos en el Guimerá unos temas del Carnaval y necesitábamos un violín. Apareció un violinista cargado, que nos dio el ensayo. Luego se le fue quitando el pedo y el hombre cumplió”.
-¿Dónde está el secreto de la batería?
“No, el secreto de la música en general: sentir lo que estás tocando y tener la técnica necesaria para poderlo tocar”.
-Yo creo que eres uno de los pocos canarios con un Disco de Oro.
“Sí, lo tengo metido en un cajón de mi casa, no lo he colgado. Lo conseguí con los Pop-Tops y el Mamy Blue. Es que aquello fue un pelotazo”.
-Pasaron los 60 y los 70. ¿Qué años fueron más creativos?
“Sin duda, la de los 60 fue la música más creativa. Entre los 50 y los 60 se crearon las bases, como el blues y el rock&roll puro. En los 70 todo se adaptó a las formas modernas de interpretarlos y nació la nueva instrumentación y también la tecnología para desarrollar esa música”.
-Para dejarlo claro, Paco. ¿Fueron los isleños unos avanzados en el pop y en el rock?
“Sí, claro que lo fueron. Entre otras cosas porque en las islas tuvimos acceso a extraordinarios discos de vinilo antes que en la Península. Mira, yo viví la experiencia de primera mano. Cuando entré en los Pop-Tops, en 1970, hacían temas que ya tocábamos aquí dos años antes”.
-¿Y qué significaron especialistas como Ángel Álvarez y José María Íñigo, por ejemplo, para ponernos en el mundo, musicalmente hablando?
“El gran Ángel Álvarez nos abrió las puertas a una música desconocida por aquellos tiempos. Para los que le seguimos fue un maestro con mucho criterio y calidad en la comunicación. José María Íñigo vino más tarde, pero después de sus años en Londres importó ideas nuevas, tanto para la radio como para la televisión”.
(Para los más jóvenes, les voy a contar quién era Ángel Álvarez. Fue radiotelegrafista de Iberia, formaba parte de las tripulaciones de la compañía que volaban en los DC-8 y en los Jumbos a Nueva York, cada semana. Por ejemplo, volaba mucho con el comandante Manuel Marañón, uno de los brahmanes de Iberia, que estaba casado con Rosalba Cañadas, padres de mi amigo Javier Marañón Cañadas, que creo que sigue siendo cónsul de España en Cancún. Bien, pues Ángel Álvarez compraba en Nueva York toda la música que salía en aquellos años. Y mantenía un programa nocturno en los días que estaba en España, en las emisoras Radio Peninsular, Radio Madrid, Radio Minuto y M80 Radio. Y, luego, otra vez a Nueva York. Yo, por ejemplo, escuché el estreno de What a wonderful world, cantada y tocada por Louis Armstrong, antes que cualquier ciudadano de Europa, a través de su programa. Logró el Premio Ondas y varios importantes galardones más. También realizó programas en Radio Nacional de España. Tenía una grandísima voz. Le puso Ángel Álvarez a su espacio este nombre: Vuelo 605. Era el número de su ruta de Iberia a la Gran Manzana. El programa se mantuvo en antena desde 1963 a 2004, nada menos, dos meses antes de su muerte. Fue quien dio a conocer en España las canciones de Los Beatles, entre otros grupos).
-Esta es una pregunta tópica, Paco, pero obligada. Es como si fuéramos a La Palma y preguntáramos: ¿Tenisca o Mensajero? Pues ¿Beatles o Rolling?
“Beatles, porque su nivel de crear canciones no tiene comparación. Sin embargo, los Rolling son unos animales del directo, como lo siguen demostrando a pesar del paso de los años”.
-¿A tocar la batería cómo aprende uno?
“Pues fijándose mucho y alcanzando la técnica. Yo recuerdo a un batería del hotel Mencey, el establecimiento del que mi padre fue segundo metre. El profesor Tarín influyó mucho en mí y, lo más importante de todo, tener la ilusión por tocarla y viendo a los baterías actuar. También en Madrid realizábamos clínics en los locales de ensayo, entre colegas”.
-¿Cómo fue tu fichaje por el grupo español más famoso de la época, los Pop-Tops?
“Fue curioso. Teddy Bautista, líder de Los Canarios, vino a hacer la mili a Tenerife y se incorporó a Los Sombras, porque nuestro cantante, Manolo Santana, estaba haciendo las Milicias Universitarias. Cuando Teddy se volvía a Madrid hablé con él para ver la posibilidad de acompañarlo; quería buscarme la vida en la capital de España. Él se fue primero y yo me quedé en Tenerife un par de meses más, preparando mi viaje. Le envié una carta anunciando mi llegada. Esa carta llegó a la oficina de su manager, el señor Alain Milhaud”.
-Bueno, ese tío era muy famoso como promotor.
“Claro, era el productor de Los Canarios, de Los Bravos y de los Pop-Tops. Estos últimos necesitaban con urgencia un batería y me recomendó. Así que yo llegué a Madrid y ya me estaban esperando, sin yo saberlo”.
-Y ahí empezó todo.
“Sí, señor, ahí empezó todo”.
-Palmer, el batería de Emerson, Lake and Palmer, vivió en el Puerto de la Cruz y fuiste amigo suyo. ¿Aprendiste algo con este monstruo de la música?
“Palmer todavía da conciertos por el mundo valiéndose de unos hologramas de sus compañeros que ya no están entre nosotros; y con mucho éxito. Pues claro que aprendí, pero, ¿sabes lo mejor de Palmer?: su humildad. Jamás tuvo inconveniente en acudir a nuestros ensayos y grabaciones, como uno más, y era un genio. Incluso se subió a un escenario con nosotros, en el campo de fútbol de Güímar y tocó un tema. Cuando eso ocurrió éramos Rockambole”.
-Paco, ¿se repetirán esas épocas que vivimos? ¿No crees que casi todo lo que se hace hoy (el reguetón y esas cosas) son degradaciones de la verdadera música?
“Yo respeto mucho a todo el mundo, a todo el que se preste a hacer música, aunque sus conceptos sean opuestos a los míos. Íñigo, precisamente, dijo un día que si era lógico que costara lo mismo un disco de Bruno Lomas que otro de Elvis”.
-Los Sombras fueron pioneros del pop/rock en España. ¿Irrepetibles? ¿Y Palmera? ¿Hay comparación?
“Los Sombras teníamos mucha calidad y éramos vanguardistas. Fuimos creciendo al compás de la evolución de las modas musicales. Si esto lo hubiésemos trasladado a la Península, algo habría pasado, seguro”.
-¿Y Palmera?
“Palmera fue un soplo de aire fresco. Sus canciones llegaban directas a la pibada y tenían mucha calidad. Ellos se codearon con grupos como Cadillac. Tuve el placer de tocar con Palmera unos meses y fue muy divertido, lo pasé muy bien”.
-Pero es que, además, tuvimos la suerte aquí de contar con orquestas maravillosas, compuestas por músicos profesionales de gran calidad.
“Claro, tú has hablado muchas veces de la Nick and Randy. Sus miembros eran todos profesores en sus respectivos instrumentos, además de muy buena gente. Triunfaron en Mallorca, en Alemania. Nosotros los mirábamos con mucho respeto e intentábamos aprender de ellos todo lo bueno que tenían”.
-Los Pop-Tops llegaron a lo más alto en Europa con un tema: Mamy Blue. Aquello ocurrió en 1971 y ustedes ocuparon los primeros puestos de las listas de toda Europa. Cuéntame lo que recuerdes de aquellos tiempos y de aquella canción.
“Ha pasado mucho tiempo. Efectivamente, fuimos número uno en toda Europa, excepto en Inglaterra, aunque sí figurábamos en sus listas, también muy arriba”.
-¿Cuál es la historia de la canción?
“La rescató Milhaud de sus muchos y buenos contactos que tenía en el mundo de la música. Cuando se grabó ya teníamos otro número uno en España, Road to freedom. Entonces Milhaud, que era perro viejo, la sacó para Europa y se convirtió en un hit y los Pop-Tops subieron a lo más alto”.
-En España fue también la locura. Sonaba en todas partes.
“Empezaron los medios de comunicación españoles a enterarse de que un grupo de nuestro país figuraba en cabeza de las listas de éxitos de Alemania, Bélgica, Italia, etcétera, con lo cual se ahorraban los productores la promoción de la canción aquí y Mamy Blue subió directamente al número uno de las listas. Estuvimos como dos meses siendo el disco más vendido y escuchado. Con este tema viajamos por toda Europa, actuamos en los mejores canales de televisión y ocupamos docenas de escenarios. Fue una experiencia increíble: desde el colegio de San Ildefonso de Santa Cruz de Tenerife, con Los Sombras de la primera época, a los escenarios de medio mundo con los Pop-Tops. Parece increíble, ¿no? Pues fue así”.
(Paco ha tocado con Los Canarios en el Jota Jota de Madrid, aquello lleno de gente. En el A Go Go lagunero metieron no sé cuántas personas. Ha sido un músico versátil, a la vez que selectivo. Incluso no hace muchos meses las viejas glorias del rock volvieron a tocar en Tenerife. Pero ya no es lo mismo. Y ahora recuerdo los rostros de Tato Guigou, de Mansito, de Manolo Santana, de los otros Santana, y se me caen las lágrimas. Menos mal que todavía están aquí y pueden dar fe de sus éxitos, de su atrevimiento y de su música).