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El mayor museo mundial de artesanía iberoamericana está en La Orotava y muchos no lo saben

Aunque cada vez tiene más visitantes, el MAIT cuenta con unas 14.000 piezas, algunas del siglo XVII, dignas de mayor difusión
Museo de Artesanía Iberoamericana - MAIT
Museo de Artesanía Iberoamericana - MAIT

Que Canarias esconde tesoros patrimoniales, históricos y artísticos demasiado poco conocidos para su relevancia es un hecho incuestionable. Que casi cada municipio dispone de joyas dignas de visita y difusión, también, pero que haya un museo de artesanía iberoamericana, y de Portugal y Filipinas sin parangón en el mundo sin que muchos isleños, tinerfeños y hasta orotavenses lo sepan o aprecien como deben, resulta ya bastante más triste. Pero eso es lo que ocurre con el MAIT (el Museo de Artesanía Iberoamericana de Tenerife), ubicado en el antiguo convento de Santo Domingo, junto a la iglesia del mismo nombre, en la parte baja del casco histórico de La Orotava.

La reforma del convento de Santo Domingo, del siglo XVII y uno de los más bellos del Archipiélago, se retrasó y pasó por diversas vicisitudes, pero, finalmente, el MAIT se inauguró en 1990 con tres primeras salas y, desde el principio, contó con una importante colección de piezas artesanales de producciones antiguas, perdidas o modernas, que se fueron enriqueciendo con otras adquisiciones y donaciones de particulares o instituciones. En total, cuenta con unas 14.000 creaciones, aunque muchas se guardan en los depósitos.

En dos plantas marcadas por el espectacular claustro y patio central, así como por la torre de la iglesia anexa, la escalera de piedra que las une, su excelente arquitectura y carpintería (sobre todo en los techos), este museo dependiente del Cabildo insular dispone de salas permanentes, exposiciones de temporada, espacios para proyecciones audiovisuales y muestras temáticas que no dejan indiferente. Tras un arco de piedra a su entrada que tampoco pasa inadvertido, el centro muestra la visión del arquitecto, escultor y dorador canario Antonio de Orbarán. Entre sus muchas piezas, destacan los calados del siglo XVII y siguientes, especialmente las rosetas que se exhiben en la sala específica de la segunda planta (zona habilitada para el público desde 1991).

Se le quiere dar tanto relieve a la roseta, que cuenta con una sala propia bajo ese nombre en un intento de reforzar, desde 2016, el objetivo de lograr la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) para Canarias de este estilo de calado artesanal, con un espectacular vestido inglés de finales del siglo XIX (época victoriana) y uno reciente (2016), pero que muestra cómo se trabajaban estas formas en las vestimentas de familias pudientes en el pasado (las llamadas rosetas jazmín, que casi se habían perdido). Es en este espacio donde se sitúan las piezas más antiguas del museo, rosetas del siglo XVII y XVIII, así como espectaculares cuellos bordados de finales del XIX y principios del XX. No obstante, la mayoría de piezas de las distintas especialidades artesanales son de los años 40 del XX en delante de todos los países iberoamericanos, Portugal y Filipinas.

Además, y como señala a DIARIO DE AVISOS Pilar Amador González, técnica del museo, sobresale la sala de tesoros, situada también en la planta superior y que incluye una selección de las piezas más importantes, así como la de los premios regionales de diseño de artesanía canaria, ubicada en la parte baja. Asimismo, se dispone de una sala de arte popular de América y Filipinas, una sobre instrumentos musicales populares de España y América (la muestra más antigua del centro, destacando una veintena donada por un miembro del Gobierno de Brasil del departamento de Artesanía) y una amplia colección de cerámica y alfarería, con gran peso de Canarias.

Como subraya Amador, es el único museo con muestras de todos los países latinoamericanos. “Hasta hace unos años, había otro museo así en Madrid, pero ya no y, en América, los que hay son de artesanía propia de cada nación, no una mezcla como en este”.
Desde 2007, la oferta se diversifica con talleres, rutas guiadas, nocturnas y otras actividades, lo que aumentó la relevancia y prestigio del museo a escala local y regional, aunque aún sin el reconocimiento que muchos le darían de tener más difusión.

MUESTRAS TEMÁTICAS

Cada año, el centro organiza exposiciones temáticas de seis meses concentrando el material depositado para poderlo exhibir ante la falta de espacio. Estas muestras se ofrecen también a los ayuntamientos para hacerlas itinerantes, como la que se inauguró el pasado viernes en Los Silos sobre instrumentos musicales de Iberoamérica, con piezas no exhibidas en el museo y que se llevan a las localidades que lo pidan.

En cuanto a los visitas, en 2022 cerraron con unas 7.000 personas, esperan superar esa cifra al terminar el balance de 2023 y todo apunta a que seguirán creciendo en el futuro. “Vienen muchos colegios, turistas por su cuenta y, aunque son menos, grupos organizados que también han ido aumentando, por ejemplo de franceses. Estamos contentos con ese incremento, pero seguimos haciendo difusión y hemos tenido actos por la noche con lleno total, con 160 personas en la sala de los tesoros. Usamos todas las redes sociales, pero tampoco podemos obligar a la gente que entre”, indica Amador.

Pues para aquellos interesados, el museo abre de lunes a viernes de 10.00 a 15.00 y los sábados, de 10.00 a 14.00 horas. Una magnífica oportunidad para disfrutar de la historia, el arte y la artesanía canaria e iberoamericana de los últimos siglos y reciente en un marco espectacular.

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