“Es increíble que te digan que ‘no puedes tener hijos’ y dos años después tengas un bebé”, asegura Maira Montes, que en abril de 2022 se convirtió en la segunda mujer trasplantada de útero en España y la primera de Canarias. La joven de Tenerife nació con el síndrome de Mayer-Rokitansky-Küster-Hauser (MRKH), que afecta a una de cada 5.000 niñas en el mundo y supone un defecto congénito en el aparato reproductor femenino por el que las mujeres que lo tienen nacen sin útero ni trompas de falopio. “Cuando conocí a Toño, por ejemplo, le dije: ‘Oye, que si tú quieres una familia feliz y tener hijos, esa chica no soy yo’. Pero aquí estamos”, revela desde el Hospital Clínic de Barcelona, donde el pasado 2 de enero dio a luz al pequeño Manuel.
El sueño de Maira no hubiera sido posible sin su madre, Marileny. “Antes del trasplante, tuvo que pasar por un juez y confirmar que estaba segura de la donación”, explica la tinerfeña, a la que casi no le quedan palabras de agradecimiento hacia su progenitora. “Sin ella, nada de esto habría sido posible“, apostilla.
El Clínic de Barcelona es el único hospital del país que ha realizado cirugías de trasplante de útero y en ambos casos ha nacido un bebé. Asimismo, la operación se enmarca en un proyecto de investigación que se inició hace siete años y que involucra a un equipo formado por más de 50 profesionales de distintas áreas.
Es un hito médico y científico que tiene mucho mérito y es fruto de la experiencia de un gran equipo de profesionales que lo ha hecho posible
El jefe del servicio de Ginecología del hospital catalán, el doctor Francisco Carmona, comenta que “Maira estuvo dentro del útero que ahora está en su interior. Es un hito médico y científico que tiene mucho mérito y es fruto de la experiencia de un gran equipo de profesionales que lo ha hecho posible. Es un cambio absoluto de paradigma médico”.
El otro líder del proyecto es el jefe del servicio de Urología, el doctor Antonio Alcaraz, quien afirma que “podemos sentirnos muy afortunados de este objetivo. La cirugía es una de las más complejas que hay y hemos demostrado, no una, sino dos veces, que somos capaces de hacerla con muy buenos resultados”.
“Quiero volver a ser madre”
Maira siempre fue consciente de que el proceso podía detenerse en cualquiera de las fases si Marileny corría algún riesgo. “Los médicos nos dejaron muy claro que su seguridad era lo más importante y que si había algún problema se cancelaba la operación”, precisa. Y es que el útero es un órgano anatómicamente muy complejo: tiene una red de venas pequeñas y frágiles. No obstante, la intervención fue un éxito.
La joven de Tenerife tuvo su primera menstruación y poco después pudo someterse al proceso de fertilización. “Todos los días que me miro la cicatriz doy gracias a Dios por esta oportunidad. Ya solo el hecho de tener la regla fue una ganancia”, confiesa.
Todos los días que me miro la cicatriz doy gracias a Dios por esta oportunidad. Ya solo el hecho de tener la regla después de 29 años es una ganancia
La transferencia del primer embrión tuvo lugar el 8 de mayo de 2023. “Al primer intento se quedó ahí. Fue todo muy bien”, celebra. “Al principio, estaba muy nerviosa porque son muchos pasos y, al no ser un embarazo natural, tenía una incertidumbre constante”.
Así, en la semana 37 de embarazo se le practicó una cesárea, pues las pacientes trasplantadas de útero no pueden dar a luz de forma vaginal porque se pone en riesgo el órgano y el bebé, y cuatro días después Maira, Toño y Manuel pudieron irse a casa y empezar una nueva vida en familia.
“Están deseando conocer a Manuel”
Actualmente, residen en Zaragoza por motivos laborales, pero tienen en mente volver a la Isla en febrero para que el resto de la familia conozca a Manuel. “Lo están deseando”, señala. Además, confirma que quieren volver a ser padres. “Ya lo hablé con los médicos. Hay que esperar un año a que el útero se recupere y volveremos al inicio del proceso”, afirma.
Antes de colgar, Maira recuerda el papel que desempeña el Grupo A.M.A.R (Apoyo a Mujeres en la Aceptación del síndrome de Rokitansky), que surgió en 2009 en Barcelona con el objetivo de brindar información y apoyar a las mujeres que han nacido con el síndrome. “Hay muchas niñas que necesitan apoyo, una guía que les acompañe, y deben saber que hay más chicas en su situación. Además, sus familias también reciben esa ayuda”, sentencia.