La situación de los agricultores en La Guancha es “muy grave y preocupante”, pero en los próximos meses puede llegar a ser “crítica”. Así lo advierte el alcalde, Antonio Hernández, quien, además, confesó que en los ocho años que lleva al frente del Ayuntamiento “no había visto esta escasez de agua”.
En el caso del municipio y de la comarca en general, el problema es doble: a la sequía derivada de la falta de lluvia y del bajo nivel de las balsas, se añade la mala calidad del agua que proporciona Balsas de Tenerife (Balten), que, al tener un alto índice de salinidad, no es apta para riego y hay cultivos que “no la soportan”, como los aguacates.
Como consecuencia, “hay muchos agricultores que al no tener agua de riego están tirando del agua potable y eso puede afectar de forma directa al suministro municipal. Me preocupa que no podamos soportar esta escasez”, declaró el mandatario.
Asimismo, el regidor confirmó que desde hace un tiempo el consumo municipal “es más alto de lo normal”, sobre todo en la zona costera, que hace que los depósitos vayan bajando de forma lenta y paulatina. Debido a ello, el Ayuntamiento inició el jueves una campaña de concienciación dirigida a la ciudadanía para intentar revertir esta realidad. En caso contrario, apuntó, “nos veremos obligados a frenar la desalación y poner restricciones a la población. Si estamos así en febrero y marzo, no quiero pensar cómo estará el segundo semestre del año”.
Igualmente, sostuvo que “este año no se dan las condiciones para tener una buena producción por la sequía, pero la zonas medias y bajas están en riesgo por la carencia de agua de Balten. Es un problema que hay que resolver urgente y el Cabildo de Tenerife tiene que ponerse las pilas”.
Según el mandatario, hay muchos agricultores que están perdiendo sus cultivos, no solo de papas, sino árboles frutales, plataneras y aguacates. “La urgencia es conseguir agua, pero hay que tener una planificación de cara a los próximos años para evitar la situación actual, que es tener las balsas casi vacías”, afirmó.
“Me gustaría también que desde el Consejo Insular de Aguas de Tenerife y Balten se trabajara para mejorar la calidad del agua y paliar su pésimo estado, y, para eso, hay muchas soluciones técnicas, como plantas desaladoras modulares, que, obviamente, llevan su coste y su mantenimiento”, añadió.
Hernández realizó estas declaraciones y expuso su preocupación, porque, además, no tiene constancia de que se vaya a intervenir en la comarca noroeste, “pese a que la situación es más grave que en el resto de la Isla, ya que, en otras, el agua no es tan mala y al agricultor se le cobra lo mismo en ambas. Por eso, reclamamos mejoras para la calidad a medio y largo plazo”, insistió.
“Me parece de poco recibo que llevemos tanto tiempo sin agua en las balsas y me preocupa mucho el futuro, porque, al no llover y tener poca humedad en la masa forestal, el riesgo de incendio en los próximos meses va a ser elevadísimo. Si no hay agua en las galerías y en los pozos, habrá que aumentar el volumen de agua de mar a desalar”, sostuvo.
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