El comedor social de La Milagrosa, sito en la calle de La Noria de Santa Cruz de Tenerife, reanudó ayer su actividad tras concluir las obras de rehabilitación y reforma que se iniciaron el pasado noviembre. Estos trabajos llevaron a cerrar durante meses este centro, que da de comer a personas necesitadas, además de ofrecer un servicio de economato y aseo personal.
El comedor, atendido por las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul, se vio en la necesidad de iniciar una campaña para recaudar fondos con los que sacar adelante las obras y afrontar los “desorbitados” gastos que implica dar de comer y lavar la ropa a más de un centenar de personas cada día, tal y como adelantó DIARIO DE AVISOS el pasado diciembre. Una situación desesperada que llevó a las religiosas a plantear su cierre definitivo.
La titular de la obra, Sor Clotilde del Pino, agradeció la ayuda recibida durante estos meses. “Son muchas las personas que han colaborado para que este proyecto siga adelante. Gracias a estas aportaciones, hemos logrado dar una mayor dignidad, que ya la tenía, a este comedor. Esperamos seguir obteniendo esas pequeñas aportaciones de personas y parroquias”. Asimismo, el Ayuntamiento capitalino aprobó una partida presupuestaria extraordinaria de 30.000 euros para ayudar al comedor de La Milagrosa en su labor social.