Hace 27 años, Juan Carlos Fresnadillo llegaba a los Óscar con la nominación de su primer trabajo, el cortometraje Esposados, una comedia negra protagonizada por Anabel Alonso y Pedro Mari Sánchez. Fue un comienzo por todo lo alto para una carrera repleta de éxitos que esta semana ha firmado un nuevo capítulo con el estreno mundial en Netflix del cuarto largometraje del director, la película de fantasía Damsel. El cineasta tinerfeño quiso incluir en la frenética agenda de promoción previa al lanzamiento, que le ha llevado a Nueva York, Londres, Madrid y Barcelona, un preestreno en Canarias, y con este motivo pudimos hablar con Fresnadillo sobre la esperada producción.
-Con tu nueva película, das un giro y rompes los estereotipos de los cuentos clásicos, ¿en qué sentido?
“Vamos a encontrar una historia que plantea una cierta renovación del cuento clásico de fantasía; pero sobre todo, nos vamos a encontrar con el nacimiento de una heroína, porque realmente creo que hay algo en Damsel que es profundamente emocionante y conmovedor, y es ver cómo una mujer joven, obediente, que se deja llevar por lo que su padre le ha preparado, un matrimonio arreglado y maravilloso, de repente descubre que va a ser sacrificada y va a tener que sobrevivir y luchar contra un dragón. En el camino de esta supervivencia, va a nacer un espíritu fiero, dispuesta a hacer justicia como sea”.
-Con ‘Damsel’ te encuentras de nuevo en el foco mediático internacional y te veíamos en la première celebrada en Nueva York y posteriormente en Londres, rodeado de ese espectacular elenco con el que cuentas en esta película. ¿Qué ha supuesto para ti estar ahí entre ellos?
“Pues ha sido un privilegio contar con un casting tan absolutamente poderoso. Nunca había imaginado, cuando estaba preparando la película, que tendríamos esa fotografía tan maravillosa que tuvimos el otro día en Nueva York con semejante elenco. Me siento muy privilegiado de haber podido contar con actrices del peso de Robin Wright y Angela Bassett. Una de las escenas de la película es un enfrentamiento entre las dos y me tenía que pellizcar en el rodaje pensando si estaba ocurriendo realmente. He sido un fan absoluto tanto de Robin como de Angela durante muchos años y tener la oportunidad de encontrar los personajes con ellas ha sido un viaje creativo maravilloso. Las interpretaciones que hacen son profundamente humanas y cercanas y creo que le otorgan a este cuento mucha realidad, porque hay algo que a mí siempre me interesa mucho de la fantasía y es hacerla lo más real posible”.
-Millie Bobby Brown es esa “damisela” en peligro que tendrá que enfrentarse a terribles horrores y a sus propios miedos. ¿Cómo fue trabajar con la actriz?
“Para mí ha sido una gran sorpresa descubrir cómo alguien tan joven tiene tanta experiencia. El hecho de que ha estado trabajando delante de una cámara desde que tiene once años demuestra que es capaz de hacer cualquier cosa y me ha sorprendido mucho su valentía al aceptar el reto de hacer esta película por muchas cosas. Damsel es un desafío físico porque realmente hay una parte de supervivencia extrema cuando está en las cuevas y tiene que escapar de ese dragón que la persigue; lo que ha sido difícil de rodar y ha implicado un gran esfuerzo físico por su parte. Y por otro lado en el sentido de que durante gran parte de la historia el peso de la película lo lleva ella sola. Asistimos a un viaje de soledad completo y ella nos guía en ese camino y lo hace con una solvencia y un carisma que es muy sorprendente para alguien tan joven”.
-¿Fue ‘Damsel’ el título original del proyecto desde un primer momento?
“Sí, siempre lo fue, porque además en inglés te lleva a una expresión que pertenece a los clásicos cuentos de hadas, “damsel in distress”, “una damisela en apuros”, y nos parecía que era una declaración rotunda de lo que queríamos abordar, que básicamente es modernizar el concepto. Y de ahí la premisa que creo que es una de las cosas más interesantes de la historia y que es que en esta ocasión nadie va a venir a rescatar a la damisela en apuros y ella va a tener que luchar por su propia vida”.
-Tanto es así que desde el tráiler ya se anuncia que “este no es un cuento de hadas”…
“Efectivamente, aunque yo diría que este es un cuento de hadas pero dado la vuelta, porque creo que los estereotipos están en la historia, pero hemos hecho una especie de deconstrucción y aportado una mirada nueva sobre cómo creemos que podría ser un cuento de fantasía hoy en día, sobre todo pensando en las nuevas generaciones. Pienso que esta película va a tocar especialmente a la gente joven, porque realmente van a encontrar en la historia una cercanía y una modernidad que yo creo que era necesario ver en un estilo y un género como éste”.
-Y en la historia también trabajas el drama familiar, ¿por qué esta constante en tu filmografía?
“Pues quizás esto habría que hablarlo con mi terapeuta. ¿no? (Ríe) Lo de la familia en mis películas es una cosa permanente. Me interesan mucho las relaciones familiares y cómo de alguna manera te impulsan y a veces te frenan. Y en ‘Damsel’ aparece nuevamente eso y surge en varias familias que se retratan en esta historia. Creo que tiene que ver un poco con mi propia biografía. Vengo de una familia peculiar, donde de alguna manera el cine me ha servido un poco para hacer cierta catarsis y siempre he encontrado interesante centrar la narración en un entorno familiar para ver como una situación extraordinaria reconfigura y de alguna manera genera una nueva dinámica de relaciones. En general, me interesan las historias que implican una transformación y un crecimiento y, en este caso, el nuevo orden que surge al final de la historia es algo que me parece muy emocionante”.
-Tanto en cine como en televisión, el fantástico ha estado muy presente en tus trabajos, ¿qué te atrae del género?
“Yo creo que es algo que está en mi ADN como contador de historias. Y creo que tiene que ver mucho con el hecho de haber nacido en esta isla, en Tenerife, y desde pequeño sentir que cada vez que te enfrentabas al mar, a esa especie de frontera azul maravillosa, tu cabeza volaba hacia otros mundos y hacia otros personajes. Yo creo que ser isleño te configura y te da una sensibilidad un tanto fantasiosa. Tengo la sensación de que eso está en mí y estará siempre, esa especie de gusto y predilección hacia imaginar mundos alternativos y mundos mejores”.
-Pero la fantasía también implica grandes presupuestos para efectos visuales, decorados… ¿Cómo ha sido esa fase de planificación y desarrollo?
“Pues ha sido un proceso largo y complejo. Nos pilló la pandemia por medio, cosa que también tengo que decir que me vino bien porque tuve tiempo para desarrollar y diseñar aún más la historia. Pero han sido cinco años de trabajo exhaustivo. Generar un mundo de fantasía y, en este caso, animar a un dragón y hacerlo de carne y hueso implica mucho trabajo, mucho tiempo. Hay que ser muy paciente cuando te metes en este género, pero al final yo creo que ha merecido la pena. Realmente fue emocionante descubrir, después de tanto tiempo encerrado con mis colaboradores en una sala oscura, afinando cada uno de los planos, la reacción y el entusiasmo por parte del público americano en el estreno en Nueva York. De repente compartir todo esto con una audiencia masiva fue emocionante”.
-Con la perspectiva que da el tiempo, ¿cómo recuerdas vivir como nominado la ceremonia de los Premios Óscar con ‘Esposados’?
“Lo recuerdo con mucho cariño. Esa fue una de las experiencias más importantes de mi vida y la que permitió de alguna manera que yo me dedicara profesionalmente a hacer películas. Hasta aquel momento yo era un joven entusiasta que quería de alguna forma ganarse la vida haciendo historias para la pantalla. Pero la nominación al Óscar supuso el salto necesario para que los productores se fijaran en mí y poder hacer mi primera película. Fue un momento de vértigo y de muchos nervios, porque realmente era todo muy épico y muy grande. Pasar de estar en casa montando mi corto en mi ordenador con mi amigo a estar en la alfombra roja de los Óscar es un salto que te saca por un momento de tus casillas. Pero supuso el inicio de mi carrera y estoy profundamente agradecido a ese reconocimiento”.
-Y esta vocación de contar historias no solo la llevas a cabo a través del audiovisual, sino también mediante la fotografía, de retratos, callejera, en blanco y negro, pero siempre con esa intencionalidad narrativa…
“Sí, mi primera conexión con el mundo de las imágenes es a través de la fotografía. Recuerdo que con 16 años hacía fotos a mis amigos, iba a la calle y sacaba fotos de cosas que veía que me interesaban. La indagación en la fotografía me permitió descubrir un mundo visual y, sobre todo, una técnica que luego fue fundamental a la hora de hacer películas”.
-La industria del cine en Canarias está viviendo un gran momento y son muchos los rodajes que recalan en las islas. Desde tu experiencia internacional, ¿cómo valoras la posibilidad de poder rodar de nuevo en Canarias?
“Pues me encantaría. Sobre todo porque creo que me queda mucho por descubrir a nivel visual, paisajístico e incluso de personajes en esta tierra. Creo que tenemos un entorno mágico para un género como es la fantasía y no es casual que grandes producciones vengan aquí a rodarse precisamente por ese entorno tan especial que tenemos. Siempre estará Canarias en mi corazón creativo y hay muchas historias que estoy desarrollando y algunas de ellas se pueden ubicar en Canarias, con lo cual me encantaría volver y plasmar de nuevo algo tan especial como fue el caso de ‘Intacto’”.