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Jerónimo o el hombre instituto

La Guancha tributa un merecido homenaje institucional al director del IES durante 44 años
Jerónimo Morales Barroso
Jerónimo Morales (tercero por la izquierda) durante el homenaje, con el consejero de Educación y el alcalde. DA

Por Salvador Pérez* | Gran acto de homenaje a Jerónimo Morales Barroso, 44 años de director del Instituto que ahora también lleva su nombre. En el propio recinto escolar con más de 300 asistentes y la presencia del consejero de Educación del Gobierno de Canarias, Poli Suárez, el Viceconsejero José Manuel Cabrera y el alcalde de La Guancha, Antonio Hernández, con su Corporación Municipal. Acto solemne pero emotivo, alegre y bien dirigido por María del Pino Fuentes con palabra y música, recuerdos … y el mejor futuro como dijo el nuevo director, Rubén Gallo.

En el acto, como cronista oficial del municipio, pronuncié las siguientes palabras: “Claro y rotundo. Estamos aquí para homenajear al hombre más importante de la historia de La Guancha. Y algo debo saber yo de buscar e indagar como viejo periodista guanchero y cronista oficial de mi pueblo de nacimiento y, además, autor del único libro sobre el Instituto. La Fundación Canaria Carlos Salvador y Beatriz se planteó en su Junta General del 16 de diciembre de 2022, solicitar al Ayuntamiento de La Guancha el nombramiento de Jerónimo Morales Barroso como Hijo Predilecto y dar su nombre a una calle del pueblo.

osteriormente, trasladamos el acuerdo y la petición al alcalde y a los tres grupos políticos de la Corporación. Paralelamente, el Centro con el Consejo Escolar al frente propuso a la Consejería de Educación añadir al nombre tradicional de IES el nombre de Jerónimo.

Y ahora, casi un año y cuatro meses después, llega el gran día de este justo homenaje con la asignación de estas distinciones A pesar de la vida en contra, aquí estoy, aunque mucha gente me diga cómo he sido capaz de llegar a esta orilla de la vida. A veces, Aurora y yo nos decimos “cómo estamos vivos” después del vendaval que golpeó nuestra casa. Soy una persona que tiene dos vidas. No hay palabras en el diccionario para tanta orfandad, pues en la plenitud de sus primaveras de 27 y 25 años, en las flores rotundas de su buen quehacer profesional, el destino les mostró la peor cara. A Carlos Salvador y Beatriz todo le sonreía, pero un viernes noche de un triste junio de 2001 la vida nos dio un giro de 180 grados,. Pero hemos seguido adelante dedicando nuestra existencia a través de los buenos caminos de la educación y la cultura. Por eso existe la Fundación Canaria Carlos Salvador y Beatriz que es una entidad sin fines lucrativos, a la que Jerónimo pertenece, que nació en 2006 para hacer cosas por los demás como las 1.028 ayudas a estudiantes de los institutos de todas las Islas con un gasto actual de 197.400 euros, construcción de escuelas en Paraguay y Perú, entregas de material escolar a diversos países –en Perú, las mochilas con el nombre de nuestros hijos llegan a lugares situados casi a la altura del Teide-, ayudas en el país africano de Gambia y una larga lista de hechos demostrables.

Por eso estamos aquí haciendo en vida la decisión merecida de un pueblo que reconoce hoy y mañana el brillante trabajo de un hombre que ha dado todo por la mejor educación. Para mí se me hace difícil escribir sobre Jerónimo, con una vida singular, de familia humilde de 11 hermanos y unos padres laboriosos poniendo toda la carne en el asador para seguir adelante con estrecheces, sin cuentos ni cuentas. Como dice Jerónimo “a mí no me han regalado nada”: de monaguillo del cura don Octavio, a ser integrante del equipo de baloncesto, a trabajar en varios empleos y con esfuerzo y dedicación iniciar la carrera de profesor en este Instituto durante 44 años.

Nada más y nada menos, cuando aquel sueño comenzó, en 1979, con ocho locales alquilados en la carretera general y con la decisión del primer ayuntamiento democrático presidido por el mejor alcalde de la historia de La Guancha, Pepe Grillo, o “el hombre que inventó un sueño”, que fue el que buscó a Jerónimo y no al revés. Después, en noviembre de 1987, llegó el nuevo edificio que tuvo otro forjador de la realidad con el mejor Consejero de Educación del Gobierno de Canarias (en su etapa de cuatro inolvidables años se construyeron 330 nuevos centros), Luis Balbuena, que fue el que también estuvo en la construcción del segundo edificio. Pero Jerónimo fue además un gran concejal de unas corporaciones llenas de gente eficaz que cambiaron la vida del pueblo, directivo del Casino y clave en uno de los hechos más importantes de la historia de su pueblo: las famosas ferias de La Guancha.

Este “hombre Instituto” no para. En frase del escritor gallego Manuel Rivas “él se empeña en definirse como un hombre corriente. Y quizá lo sea. Pero no sabe lo extraño que resulta un hombre así”. En un capítulo del libro donde describo un día completo en el centro, el 9 de junio de 2004, compruebo que ha llegado a una hora que parece imposible: ¡las cinco y veinte de la madrugada”. Y pregunto a un conserje: ¿Jerónimo vive aquí?: Su respuesta como el viento: “Se desvive aquí”. Y es que de sus manos salen llaves de aulas, de sus pies pasillos caminados, de su boca palabras de reflexión o de poner en su sitio a un alumno, a un profesor, a un padre o madre, a un cargo político; de su mente salen ideas luminosas, de su cabeza previsiones de futuro. Y siempre con calma (aunque la procesión pueda ir por dentro).

Es exigente consigo mismo y por eso puede hacerlo con los demás. Exigencia y estímulo, un toque de humor, algo de socarronería, un punto de “hombre del campo” en tareas urbanas. Es enteramente humilde. Poco dado a las pompas y a las vanidades de la vida. Lo suyo ha sido trabajar y hacer trabajar. Buscar soluciones, idear alternativas. Todo es planificar y dirigir. Pasillos de muchas consejerías y lograr que a su instituto lo llamen “la Universidad del Norte”.

En estos 44 años bien contados, su centro ha sido punto clave en la economía de La Guancha y casi todo ha sido bueno y la lista sería larga de realizaciones y de hechos relevantes con estudiantes de otras islas e incluso de la Península. Pero hay dos momentos que no conviene olvidar: sus dos ceses por razones aún desconocidas (en 1984 y en 2004) y la demostración de que “el pueblo unido jamás será vencido” cuando alumnos, profesores, padres y madres , vecinos, medios informativos y el resto de las Islas se echaron a la calle y pusieron el grito en el cielo.

Y termino con frases para reflexionar y que tienen que ver con los necesarios caminos de la educación, la cultura y la vida: la educación es la herramienta más poderosa para cambiar el mundo (Nelson Mandela); El futuro de los niños es siempre hoy. Mañana será tarde (Gabriela Mistral); Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas pueden cambiar el mundo (Eduardo Galeano). Y también conmigo la frase de Dostoievski citada por mi hija Beatriz El secreto de la existencia humana no consiste en vivir, sino en saber para que se vive. O mi hijo Carlos Salvador en frase de uno de sus libros: Lo bueno nunca se acaba. Queda el recuerdo. Que así sea, que sea siempre así para Jerónimo y el Instituto que lleva su nombre.

*Cronista Oficial de La Guancha

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