La isla de Tenerife atraviesa una grave situación de sequía extrema. La falta de precipitaciones ha provocado un descenso significativo de las balsas y embalses, así como una situación complicada para el sector agrario. Ante esta situación, el Consejo Insular de Aguas de Tenerife ha impulsado 75 medidas para garantizar el suministro a la población y cubrir las demandas de los agricultores.
La presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, firmó el decreto de la Declaración de Emergencia Hídrica (DEH) el pasado 29 de mayo con el objeto de dar respuesta a la situación de sequía extrema que atraviesa la Isla y ofrecer soluciones a la ciudadanía. De esta forma, el Consejo Insular de Aguas de Tenerife, órgano autónomo adscrito al Cabildo, realizó previamente un minucioso trabajo de recopilación de información con todos los agentes y entidades públicas y privadas del que salieron 75 medidas a implementar en la Isla a través de la Declaración de Emergencia Hídrica.
Ejes principales
Dichas medidas, que se distribuyen por zonas, supondrán un antes y un después para la isla de Tenerife y se articulan en tres ejes principales: incrementar la producción industrial de agua, limitar las pérdidas en la red de abastecimiento y optimización e incremento de agua en los municipios y para el sector agrario.
La presidenta del Cabildo, Rosa Dávila, explica que “ante una situación crítica, tomamos una decisión histórica que fue aprobada por unanimidad, como fue la declaración de la emergencia hídrica, que representa un compromiso firme con nuestros ciudadanos, agricultores y el futuro de nuestra isla. En estos momentos, cerca del 90% de estas 75 medidas ya están en marcha, con una inversión de 23 millones de euros por parte del Cabildo de Tenerife”.
De esta forma, entre julio y agosto se ha incrementado la producción de agua en unos 11.000 m³ diarios y el objetivo es poner en menos un año 66.000 metros cúbicos más al día, que es el equivalente a 27 piscinas olímpicas o lo que consumen unas 330.000 personas. Es decir, se va a incrementar el agua en más de un 10% para la población y en un 25% para el sector agrícola.
“Para nosotros es muy importante tomar decisiones, pero haciéndolo codo con codo todos los agentes, entidades y organismos y por eso creamos la Mesa Insular del Agua, un espacio de diálogo público y privado que reúne a representantes de todos los sectores para debatir y consensuar medidas más allá de la declaración de emergencia”, añade Dávila.
La consejera de Medio Natural, Sostenibilidad y Seguridad y Emergencias, Blanca Pérez, explica que se han tomado medidas de optimización en los municipios y para sector agrario, así como la obligación de permutas de agua para suministrar agua desalada de mar en zonas actualmente abastecidas por agua subterránea, reservando esta última para cotas altas.
“Hemos podido lograr algunos caudales para el riego de las zonas altas y esperamos que se incrementen a medida que el agua desalada proveniente de las instalaciones que se han ampliado o se han puesto en marcha vaya ampliando su cobertura, de tal forma que los agricultores dispongan de agua suficiente”, indica Pérez.
De igual forma, incide en el apoyo que se está prestando a los municipios para optimizar el agua mediante estudios detallados y la reciente instalación de caudalímetros y sistemas de telecontrol en 98 depósitos municipales por parte del Consejo Insular de Aguas de Tenerife. “Además, desde el Cabildo de Tenerife vamos a dar subvenciones para mejorar la eficiencia de las redes hidráulicas en pequeños municipios, con lo cual estaremos solucionando otro de los principales problemas que existen, que es la pérdida en las redes municipales”, asevera Blanca Pérez.
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