El Ayuntamiento de Granadilla de Abona mejora la gestión de los servicios sociales con la reducción de los tiempos de espera en atención social a la población, lo que se traduce en una mayor respuesta a las necesidades reales y una cobertura más efectiva a las familias vulnerables del municipio.
La concejalía de Bienestar Comunitario subraya que ha gestionado ya unos 600.000 euros en prestaciones de emergencia a las familias con menos recursos, dinero destinado a cubrir gastos de alimentación, farmacia, suministros eléctricos, vivienda y otras prestaciones básicas personales.
La alcaldesa, Jennifer Miranda, argumenta que “la mejora en la gestión de los servicios sociales ha permitido a muchas familias solucionar problemas graves y de urgente necesidad, a través de una atención personalizada”. La mandataria municipal subraya que para el equipo de gobierno “es prioritario y fundamental la atención a la población con más dificultades económicas. Desde el primer día que accedimos al gobierno, uno de los objetivos prioritarios fue impulsar la atención de los vecinos por parte del equipo profesional de trabajadores sociales y que esta fuera lo más rápida posible, llegándose a pasar de 90 días a una semana, en algunos casos”.
EMERGENCIA SOCIAL
Además, Miranda afirma que la aprobación de la nueva ordenanza de concesión de ayudas de emergencia social y otra prestaciones económicas “nos permite adecuar las ayudas a la situación real de los precios del mercado y de los servicios, al ampliarse notablemente los conceptos de las prestaciones, aparte de que las prestaciones básicas podrán ser solicitadas durante todo el año”.
El concejal de Bienestar Comunitario, Adán García Casañas, señala que este año se incrementó en un 50% el contrato de alimentos, alcanzándose la cifra de 900.000 euros, “lo que nos ha permitido llegar a un mayor número de familias con el objetivo de no dejar a nadie atrás”. El concejal hizo hincapié en el “compromiso municipal de continuar apostando por una sociedad más justa e igualitaria”.