Residentes de Lomo Negro, núcleo situado junto a El Fraile, organizados bajo la Asociación de Vecinos de Lomo Negro, se reunieron ayer con Fátima Lemes, alcaldesa de Arona, y Luis García, concejal de Urbanismo, en la Casa de la Bodega, para abordar el riesgo de derribo de sus casas irregulares en suelo rústico. Tras su reunión, se mostraron optimistas porque, según recalcaron a este periódico, “hay abierta una negociación, existe proactividad por parte del ayuntamiento y salimos con buenas sensaciones: ha sido un antes y un después”, sostienen.
Lomo Negro es una urbanización ilegal en la que habitan casi 300 familias, situada sobre unos 400.000 metros cuadrados de suelo rústico de protección agrícola. Hace dos semanas, unos 300 residentes de la llamada “marea verde” se manifestaron pacíficamente frente al centro cultural de Los Cristianos para exigir a las administraciones la regularización de sus viviendas.
A la salida de la reunión de ayer, los vecinos movilizados se mostraron satisfechos con los resultados y, en declaraciones a DIARIO DE AVISOS, se mantienen “positivos” ante la búsqueda de soluciones, ya que “se ha abierto una vía de diálogo entre el ayuntamiento y los afectados”. Mientras tanto, las resoluciones que proceden a la “ejecución forzosa del restablecimiento del terreno” están cerca de llevarse a cabo en algunas viviendas.
BÚSQUEDA DE SOLUCIONES
Unos 30 vecinos de Lomo Negro se presentaron ayer a las 12.00 horas en la Casa de la Bodega. Por supuesto, la cuestión principal de la reunión fue la búsqueda del ajuste a la legalidad del tipo de suelo de la urbanización, así como otras alternativas. También se discutió la necesidad de solucionar uno de los graves problemas de Lomo Negro: los acoples de agua potable. Desde hace años, estos vecinos no tienen acceso a este recurso y se abastecen por medio de grandes cubetas, tanto para bañarse como para limpiar su ropa. Los afectados propusieron ayer instalar definitivamente acoples que suministren a la urbanización.
Las propuestas que presentaron a la administración local para desbloquear la situación fueron desde la moratoria hasta la amnistía, pasando por la descalificación del tipo de suelo. Por su parte, el ayuntamiento informó a los presentes de que mantendrá una reunión con Gesplan (Gestión y Planeamiento Territorial y Medioambiental del Gobierno regional) y planificará un estudio de viabilidad para una supuesta recalificación. Según los asistentes de la “marea verde”, las alternativas han sido “vistas con buenos ojos por la alcaldesa y el concejal”. En paralelo al trabajo con el ayuntamiento y las posteriores reuniones, los vecinos han decidido solicitar una reunión urgente con Rosa Dávila, presidenta del Cabildo de Tenerife, aparte de anunciar nuevas manifestaciones frente a esta corporación.