Un curioso mural adorna una de las paredes de la teguestera Ciudad Deportiva Los Laureles: “Bésame hasta que Tegueste tenga playa”. No solo despierta la atención de las personas que por allí pasan, también es una forma de indagar sobre la curiosa relación del municipio con el mar y de cómo siempre fue firme en su anhelo de mantenerse independiente.
Solo tres municipios tinerfeños carecen de salida al mar, Vilaflor, El Tanque y Tegueste. Este último, además, se encuentra rodeado por La Laguna, a quien pudo pertenecer, al igual que a Santa Cruz de Tenerife, pero los teguesteros dijeron que no. Lo dijeron, además, en varias ocasiones a lo largo de su historia.
Intentos de anexión a La Laguna
Durante el siglo XIX, alrededor de las dos poblaciones más importantes de la Isla, desaparecieron varios municipios, como son los casos, por ejemplo, de Tejina, Valle de Guerra y Punta del Hidalgo. Según recoge María Jesús Luis Yanes, archivera del Ayuntamiento de Tegueste, esto se daba por cuestiones como la “carencia de bienes propios o el analfabetismo de los vecinos”, como sucedía con los municipios anteriormente citados, pero la realidad es que Tegueste siempre se negó a ser anexionada por La Laguna.
Como recoge Luis Yanes, en 1838, José María Rodríguez, alcalde interino, propone por primera vez esa unión con La Laguna. El motivo era sencillo: no tenían fondos suficientes para pagar al secretario. La respuesta popular para seguir siendo independientes no se hace esperar, los vecinos reúnen la cantidad necesaria para hacer frente al pago. Es la primera vez que le dicen no a La Laguna.
Solo tres años más tarde, la Diputación Provincial vuelve a intentar la unificación de varios municipios, uno de ellos Tegueste, debido a cuestiones como la pobreza. Con una población de 1.000 habitantes, el municipio respondió que “se hallan aquí bien deslindados y atendidos los derechos existentes de este pueblo en el disfrute de las aguas, pastos y montes que respectivamente pertenecen”. En ocasiones seguía faltando dinero para pagar al secretario, pero se cubría con aportaciones populares. Tegueste volvió a responder negativamente.
Los vecinos se siguen oponiendo
En 1852, Agustín Hernández, regidor por aquel entonces del Ayuntamiento, se presenta en Santa Cruz de Tenerife para suprimir el Consistorio, pero 40 vecinos, al enterarse, vuelven a rechazar esta opción.
Las votaciones no eran como las conocemos ahora, es más, en una votación llevada a cabo aquel año solo votan los “ocho mayores contribuyentes” a petición del regidor. El no ganó por 5 a 3, pero, aunque pueda sorprender, solo unos días más tarde se vuelve a intentar. En esta ocasión votarían los concejales y los contribuyentes el caso es que la negativa vuelve a imponerse, en esta ocasión por 9 a 4. Como dato curioso, en esta ocasión Agustín Hernández cambia, pasando de ser uno de los promotores del sí a decidirse por el no.
Pero la Diputación provincial reconoció estar “descontenta” con la forma de voto “o lo que sería peor, con el resultado de la misma”, como recoge María Jesús Luis Yanes. ¿La solución? Volver a las urnas. “Se realiza nueva votación, esta vez con el duplo de mayores contribuyentes respecto a la Corporación ¿quizás porque estaba claro que los miembros del Ayuntamiento se opondrían?”. El asunto es que nada cambia: por 17 votos en contra y solo 5 a favor, Tegueste seguirá siendo independiente.
En las actas que conserva el Consistorio norteño se recogen las razones que se ofrecieron a la hora de votar y el “falta de personas adecuadas para desempeñar cargos” era la opción mayoritaria entre aquellos que querían esa unión con los laguneros y laguneras.
Montes -con gran importancia de Pedro Álvarez-, aguas y caminos, eran los tres grandes aspectos tratados en las actas plenarias, los que pudieron provocar esa anexión, pero la realidad es que Tegueste, hasta hoy, continúa siendo un municipio independiente.
Tegueste y el mar
¿Qué hacen carretas en forma de barcos en los festejos de un municipio de interior? Los barcos forman parte cada año, de las fiestas patronales del pueblo, San Marcos y Nuestra Señora de los Remedios.
Los barcos de Tegueste forman parte de la cultura religiosa y festiva de la villa desde lejanos tiempos. Auténticos símbolos señeros de su identidad, en ellos se funden siglos de historia y tradiciones. En el primer número del Boletín del Archivo Municipal de Tegueste se informa de la existencia en dicho archivo de documentos de índole administrativa que sitúan la tradición sobre el año 1600.
El Prebendado Antonio Pereira Pacheco, cura-párroco de este pueblo entre 1842 y 1858, en su manuscrito Historia de Tegueste, señala como ancestral costumbre la librea, danza, loas y barcos. Describe que en la fiesta se encuentran “ventorrillos que animan su plaza, los fuegos artificiales en la víspera por la noche, algunos entremeses campesinos, y, sobre todo la antiquísima costumbre de correr la víspera por la tarde y día por la mañana, concluida la procesión, de unos barcos tirados por bueyes, que forma el embeleso y reunión de estas gentes y que si se quitara cesaría sin duda la concurrencia a la fiesta”.
Según recoge Agustín González, vicedirector de DIARIO DE AVISOS, hay varias explicaciones al respecto: “Estos barcos, típicamente campesinos, van tirados por yuntas de bueyes, navegan sobre ruedas y, para algunos, son de vocación marinera, para otros son consecuencia de la obsesión que generaba en el pasado la presencia de una vela en el horizonte. Esa visión, ya desde la prehispania, ponía en tensión a las gentes del pueblo porque representaba la amenaza de una posible invasión, ataque de piratas o, cuando menos, razzias de esclavos, ganados, además de incendios y saqueos”.
¿Por qué la confusión de que Tegueste tiene playa?
Si usted teclea en un buscador “playas de Tegueste” será redireccionado a páginas, sobre todo relacionadas con el turismo, en el que, generalmente, se cita a la de Jóver (Tejina) o Benijo. Se citan lugares cercanos a Tegueste, algo que ha provocado confusiones que han sido, en ocasiones, sonadas.
Es, sencillamente, una estrategia comercial que puede llevar a equívoco cuando algún visitante llega hasta el bonito pueblo de Tegueste.
David Bernabéu, periodista deportivo, tras el debut del tinerfeño Pedri con la selección española de fútbol, señaló que debía celebrarlo” en la playa de Tegueste”, lo que provocó los comentarios de numerosos usuarios.
Debutar de titular con España y hacerlo como si te tomaras un vermut en la playa de Tegueste a las 12 del mediodía. Pedro González. Pedri. Un elegido.
— David Bernabeu Reverter (@DBR8) March 28, 2021
El motivo del mural
Pero, regresando al inicio del texto: ¿cuál es el motivo del mural que pide besos hasta que Tegueste tenga playa? Detrás de él hay uno de los festivales culturales más interesantes de Tenerife.
Surgido en 2016, Soplo de Letras nació “con la intención de abarcar todo aquello que la palabra alcanza, y lo ha conseguido”. Aboga por una descentralización geográfica de la escena artística y cultural, lo que favorece el desarrollo local, personal y profesional de los habitantes de distintos municipios a través de la cultura.
“El Soplo ha de servir de escaparate a todos estos profesionales, para visibilizar cada trabajo relacionado con las palabras, fomentando el diálogo personal y cercano entre creadores y público activo”, señalan los creadores a Infotegueste.com. El mismo fue realizado por @betoalaboquilla.