conversaciones en los limoneros

“De la depresión se sale, pero el camino no es sencillo”

Tais Pérez Domínguez y Sergio García Morilla son autores del best-seller ‘Cómo gestionar la depresión’
“De la depresión se sale, pero el camino no es sencillo”

Tais Pérez Domínguez (Las Palmas, 1983) es psicóloga, máster en Psicología Clínica y de la Salud y máster en Metodología de las Ciencias del Comportamiento y de la Salud. Además, posee quince años de experiencia en la práctica clínica privada. Es especialista en Terapia de Conducta y terapias de tercera generación. Sergio García Morilla (Santa Cruz, 1978) es psicólogo, máster en Psicología Clínica y de la Salud, especialista en Terapia Cognitivo-Conductual, Terapia de Conducta y terapias de tercera generación. Desde hace años se dedica a la divulgación científica sobre temas de psicología. Juntos han escrito un libro, editado por Zenith (filial de Editorial Planeta), titulado “Cómo gestionar la depresión”, que va como un tiro en ventas en toda España. Se trata de una guía completa para comprender la depresión y el suicidio y emprender el camino hacia su superación. Es el segundo libro de éxito de la pareja. Tais prepara su tercer libro, en la misma editorial, con un tema completamente distinto: una especie de biografía, sólo con 41 años. Dicen que la depresión es una pérdida, pero de la depresión se sale. O eso aseguran ellos, porque las respuestas son compartidas por mis dos interlocutores.


“Sí, es posible salir de la depresión, aunque el camino no siempre es sencillo, ni tampoco lineal. Se trata de un problema psicológico complejo, pero con el apoyo adecuado, ya sea a través de terapia, medicación específica y/o redes de apoyo se pueden desarrollar herramientas para gestionarla”.


-Por eso, este libro.
“En nuestro libro “Cómo gestionar la depresión” intentamos proporcionar estrategias y perspectivas que han sido útiles para nuestros pacientes, así como para otras personas en su camino hacia la recuperación”.


-Han creado un proyecto, ustedes dos, llamado Masala. Se trata de algo novedoso en el campo de la psicología, ¿no?
“Masala Community.com es un proyecto que se desarrolla paralelo a Psicosalud, que es en el gabinete donde los dos trabajamos, que creamos para ofrecer redes de sostén, espacios de apoyo, terapia en otros contextos y formación, no sólo para aquellos que sufren depresión y ansiedad sino también para sus familias e incluso para prevenir problemas psicológicos”.


-¿Qué busca Masala?
“Pues crear una comunidad, donde cada persona pueda encontrar herramientas para afrontar momentos difíciles”.


-Vaya, parece interesante.
“Porque lo es. Nos basamos en la idea de que el crecimiento y el apoyo mutuo son esenciales para sanar y ofrecemos experiencias, talleres, charlas y recursos para mejorar la salud mental y emocional. Creemos que ser parte de una comunidad es importante para el bienestar emocional al proporcionar apoyo, conexión y un sentido de pertenencia, ofreciéndonos una red de seguridad en tiempos difíciles. La interacción significativa con otras personas facilita el aprendizaje mutuo, el crecimiento personal y la reducción del estrés, promoviendo un estado emocional más saludable y equilibrado”.


-Un nombre sugerente, además, Masala Community. A ver.
“Pues imagínate un lugar donde la diversidad y la Naturaleza se encuentran para crear algo único”.


-Me lo imagino.
“El nombre Masala no sólo evoca la idea de una mezcla rica y variada, como son las especias en la cocina, sino que se conecta con la fuerza del mar, del salitre y la lava, elementos naturales que simbolizan la conexión con nuestro entorno”.


-¿Y siempre en contacto con la Naturaleza?
“Sí, las próximas experiencias se organizan en el Americas Surf Pro, con talleres enfocados a la gestión de las emociones a través del deporte, una experiencia en Lombok (Indonesia) en abril de 2025 y dos más en mayo y junio de ese año en Maldivas (una aventura de diez días en barco, navegando y surfeando en un entorno paradisiaco)”.


-Vamos a aspectos menos lúdicos de la psiquiatría. ¿Qué hay que hacer para conservar una buena salud mental?
“La clave está en el auto cuidado y en establecer una red de apoyo sólida. También es importante aprender a identificar nuestros pensamientos y emociones para gestionar las dificultades de una forma constructiva. Cuidar nuestra salud mental implica tomar decisiones conscientes sobre nuestro bienestar, desde mantener relaciones saludables hasta darle un espacio a nuestras emociones y, cuando sea necesario, buscar ayuda profesional”.


-Tengo una duda. ¿No notan ustedes, tras el covid, mayores índices de soledad impuesta?
“Definitivamente, sí. La pandemia hizo que muchas personas experimentaran la soledad de una manera más profunda y los efectos todavía se sienten”.


-¿Y los psicólogos se percataron de ello?
“Nos dimos cuenta de que la conexión humana es fundamental para nuestra salud mental y que, sin ella, nos sentimos incompletos. Y eso es justamente una de las partes fundamentales que trabajamos en terapia individual, de pareja y de familia. Nos centramos en ayudar a las personas a reconectar con los demás y con ellas mismas para superar su sensación de aislamiento”.


-¿La soledad voluntaria es buena?
“Puede ser muy beneficiosa cuando se elige conscientemente. Este tipo de soledad permite la introspección y el autoconocimiento, dándonos tiempo para recargar energías. Sin embargo, la soledad impuesta, o sea cuando no es buscada, puede conllevar efectos negativos, especialmente en personas que necesitan mayor interacción social”.


-Su libro me dicen que va como un cañón. ¿Qué pretenden con él?
“Ofrecer herramientas y recursos prácticos para que las personas puedan gestionar su depresión de una forma accesible y humana. Nuestra intención es que el lector se sienta comprendido y respaldado en su proceso y que este libro se convierta en una guía de apoyo en momentos difíciles. También queremos normalizar la conversación sobre la salud mental para que nadie sienta vergüenza al buscar ayuda. ¿Y si cambiamos el juicio por la comprensión? Este es nuestro lema”.


(En la dedicatoria del libro, Tais escribe: “Dedicado a la memoria de mi madre, que luchó contra las sombras más profundas de la depresión y se rindió poniendo fin a su vida a los 41 años. También a la memoria de mi padre (médico) y su sonrisa de medio lado, que vivió 43 años anclado en la nostalgia y la melancolía y que también tuvo que luchar contra una dura enfermedad que lo sumió en una depresión los últimos años de su vida…”.).


-Tais, ¿por qué estás ahora escribiendo tu biografía, a la misma edad en la que murió tu madre, y por qué te detienes en el suicidio de ella en el nuevo libro, que aparecerá el año que viene?
“Mi objetivo principal (en este caso la respuesta es individual), a través de mi historia, es que otras personas que han pasado por experiencias difíciles encuentren consuelo y comprensión. Hablar sobre el suicidio de mi madre es también una manera de visibilizar una realidad que, aunque dolorosa, es importante. Al contar la historia de mi familia quiero ayudar a romper mitos y tabúes asociados al suicidio y transmitir que, incluso en las circunstancias más oscuras, es posible encontrar fuerzas, estrategias y herramientas para seguir adelante e incluso llegar a estar bien de nuevo”.


-¿Tiene algo que ver la escala de valores individuales en la búsqueda de la felicidad?
“Sí, por supuesto”.


-¿Por qué?
“Pues porque los valores individuales son un pilar fundamental en esa búsqueda. Nos ayudan a encontrar propósito y dirección en nuestras vidas. La felicidad depende en gran manera de vivir en coherencia con nuestros valores, de actuar de acuerdo a lo que consideramos importante. Cuando no vivimos según nuestros principios, es más probable que experimentemos un vacío o una falta de satisfacción”.


-Y, por insistir, ¿ustedes creen que la felicidad existe o sólo se trata de ráfagas de bienestar personal?
“La felicidad, es verdad, no es un estado permanente, sino que son una serie de momentos y de sensaciones. Es algo que vamos construyendo en el día a día y cada persona la experimenta de manera distinta. La felicidad puede ser tan simple como una sensación de paz o la conexión con alguien cercano. Es una búsqueda que requiere introspección, ya que comprender lo que realmente valoramos nos ayuda a hallar nuestra versión personal de lo que es la felicidad”.


-¿Cómo se aíslan ustedes, los terapeutas, de los problemas de los pacientes? ¿Les repercuten?
“Para los terapeutas es esencial aprender a separar sus propias emociones de las de sus pacientes”.


-¿Y cómo lo consiguen?
“Aunque unas historias resuenan más que otras, los terapeutas tenemos que desarrollar mecanismos para evitar que las dificultades de los pacientes afecten a nuestro bienestar personal. Mantener una buena salud mental y realizar una introspección regular es fundamental para ofrecer la mejor ayuda posible, sin sacrificar el propio equilibrio”.


(La búsqueda de la felicidad permanente ha sido una especie de delirio de la Humanidad. Siempre lo hemos intentado, pero mis interlocutores tienen claro que no se trata, precisamente, de un estado permanente, sino que son sensaciones que se van creando en el ser humano –y ahora uso palabras mías— como un bienestar provisional, momentáneo. Por eso estamos permanentemente buscando tareas que ayuden a encontrarla. Me han hablado y mostrado videos de las actividades de Masala Community y me parecen apasionantes. Tais acaba de llegar de Maldivas con un grupo de siete u ocho mujeres jóvenes, que han permanecido en contacto con la Naturaleza, con el mar en este caso, y han vuelto con las ideas renovadas, con un sentido distinto de la vida. Esto es muy importante en la psicología moderna. Pronto lo intentarán con grupos mixtos, de hombres y mujeres. A ver).

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