A los pies de la montaña de la Altura de Paso Alto, el Ministerio de Marina comenzó en 1943 las obras de la estación naval de acorazados y submarinos, consistentes en un cuartel de infantería de Marina, con pabellón cubierto, y tres túneles protegidos de los ataques aéreos. En 1964, estas instalaciones se consideraron inadecuadas para la defensa, por lo que la Junta de Obras del Puerto construyó 110 viviendas para sus empleados en la explanada de la avenida José Martí de la capital, cuyos hijos tenían que hacer un largo camino para llegar al colegio más próximo.
Por ello, Miguel Pintor González, ingeniero director de la Junta de Obras del Puerto, consideró en aquel entonces oportuno transformar estas instalaciones navales en un colegio de los denominados de Patronato, utilizando para ello el 1% del presupuesto de Obras Sociales de la entidad. El 10 de octubre de 1970, tras trámites burocráticos llevados a cabo en el Ministerio de Educación y Ciencia, en Madrid, por el presidente de la Junta de Obras del Puerto, Cándido García San Juan, el colegio se declaró público, denominándose Santo Domingo de la Calzada, al ser el patrón de la Junta de Obras del Puerto. No obstante, en el claustro de profesores del 11 de octubre 1984 pasó a denominarse Miguel Pintor, en honor a su fundador.
El centro comenzó a funcionar en el curso 1970-71, con sesenta alumnos, la mayoría hijos de obreros portuarios. Al año siguiente, al incorporarse hijos de funcionarios de la Junta de Obras del Puerto, la matrícula alcanzó los 90 estudiantes.
Al establecerse la nueva Ley General de Educación, en 1976-77, la Junta de Obras del Puerto firmó un acuerdo con el Ministerio de Educación y Ciencia, por el que pasó a considerarse centro estatal, con régimen de administración especial. Desde el curso 1986-87, el colegio ya dependió de la consejería de Educación del Gobierno de Canarias y del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, en lo relativo a mantenimiento e instalaciones del edificio.
En ese curso, la matrícula se abrió también a los hijos de los empleados de Obras Públicas, pasando a 410 alumnos, atendidos por 10 docentes, por lo que resultó necesario que la Junta de Obras del Puerto construyera ocho aulas nuevas. El renovado colegio, formado por tres módulos de una sola planta, se convirtió entonces en un modelo para la época, al disponer de doce aulas, parvulario, patios, piscina, canchas deportivas y polideportivo.
La primera promoción de 8º de EGB salió en el curso 1974-75, matriculándose en el instituto Anaga del barrio La Alegría, que acababa de ser inaugurado. De la misma manera que, en el curso 1990-91, lo hicieron los alumnos de 6º de Primaria, para estudiar 1º de la ESO, al haberse establecido ese año la Ley de Ordenación General del Sistema Educativo (Logse).
El colegio amplió sus instalaciones en el curso 2003-2004, al poder utilizar el espacio que hasta entonces se dedicaba a iglesia de La Alegría y Residencial Anaga. Actualmente, cuenta con 12 unidades de educación infantil y primaria, aula de informática, de inglés y biblioteca, con una matrícula de 383 alumnos.
De los más de 2.000 alumnos que han pasado por el Miguel Pintor durante medio siglo, muchos desempeñan importantes cargos en la actualidad, tal es el caso de José Manuel Bermúdez, alcalde de la ciudad; Manuel Barrera, jefe del servicio de Cirugía General y Digestiva de Hospiten Rambla; Víctor Álamo de La Rosa, escritor con numerosos premios literarios; los hermanos Javier y Emilio Aceña, oficiales de la Armada; Isabel Gómez, campeona de Europa y del mundo de gimnasia rítmica en conjuntos, y Mejor Deportista de Tenerife; o Ayoze Pérez, jugador del Villareal y de la selección española de fútbol.
Una larga lista a la que se suman periodistas, economistas, informáticos, bancarios, directores de empresas, militares, actores o cantantes y que, durante estas semanas, han compartido su experiencia con los actuales estudiantes del centro. Los actos concluirán esta tarde, con un encuentro de profesores y antiguos alumnos.