Miles de personas participan cada día en sorteos de lotería con la esperanza de ganar grandes premios, aunque las probabilidades suelen ser extremadamente bajas. Pero, ¿qué ocurre cuando parece que has ganado y, finalmente, todo se reduce a un error? Eso es lo que vivió John Cheeks, un ciudadano de Washington DC, tras creer que había obtenido un premio de 340 millones de dólares en el famoso sorteo Powerball.
Cheeks compró su boleto el 6 de enero de 2023 y, dos días después del sorteo, comprobó que sus números coincidían con los publicados en la página oficial de la lotería de DC. Según relató al medio NBC Washington, su reacción inicial fue de sorpresa moderada: “Tomé una foto del boleto, llamé a un amigo y me fui a dormir”. Sin embargo, al intentar reclamar su premio, le informaron que no era válido.
¿Por qué no se validó el premio?
El problema surgió porque los números que vio Cheeks en la web oficial no correspondían al sorteo real. Según Brittany Bailey, gerente de proyectos de Taoti Enterprises, empresa contratista de Powerball, los números publicados el 6 de enero eran datos de prueba subidos por error mientras realizaban ajustes en las zonas horarias del sitio web. Esos números fueron visibles hasta el 9 de enero, cuando fueron retirados.
De acuerdo con la carta recibida por Cheeks, el sistema de la lotería no validó su boleto como ganador, conforme a las regulaciones del juego. Esto significa que los números que aparecieron en la web no eran los oficiales del sorteo del 7 de enero, invalidando cualquier reclamación basada en ellos.
En lugar de deshacerse del boleto, Cheeks lo guardó en una caja fuerte y consultó a un abogado. Siguiendo su consejo, interpuso una demanda contra Powerball, la Asociación de Loterías y Taoti Enterprises. En su declaración, Cheeks expresó su escepticismo sobre las explicaciones ofrecidas por los responsables del error y busca esclarecer qué ocurrió realmente.
Las probabilidades de ganar y el impacto del error
Powerball es conocido por la dificultad de obtener su premio mayor, con una probabilidad de una entre 292,2 millones. Este caso ha puesto de manifiesto las consecuencias de errores técnicos en sistemas de lotería y la importancia de garantizar la transparencia en juegos de azar que manejan cifras millonarias.
El caso sigue pendiente de resolución, mientras el jugador continúa a la espera de que se determinen las responsabilidades y el alcance de las implicaciones legales.
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