La Casa del Vino de Tenerife, ubicada en el municipio de El Sauzal, acogió el pasado miércoles por la noche la gran cita del subsector vitivinícola de la Isla, el tradicional acto de descorche con motivo de la llegada de San Andrés (30 de noviembre), patrón de los bodegueros, en el que participaron los seis consejos reguladores, que presentaron su vino.
También se otorgó el Premio San Andrés 2024 al viticultor y bodeguero Cándido Hernández Pío, socio fundador de la Denominación de Origen Tacoronte Acentejo, e impulsor de sus reconocidos vinos Viña Riquelas, Balcón Canario, Punta del Sol y Callius.
El acto contó con la asistencia de la presidenta del Cabildo, Rosa Dávila; el consejero insular de Sector Primario, Valentín González, y otras autoridades insulares, que pusieron en valor “el trabajo de los integrantes del subsector vitivinícola de Tenerife, que con su constancia y esfuerzo permiten que nuestra Isla trascienda como un lugar donde se produce vino de una excelente calidad, tal y como se pone de manifiesto con los numerosos reconocimientos que tiene en todo el mundo”.
Un trabajo que se reconoció de forma especial “tras haber encadenado varios años consecutivos de sequía junto a la ausencia de las horas de frío necesarias en los pasados otoños e inviernos, factores clave para la obtención de brotaciones normales”, sostuvo González. En ese contexto, anunció que el Cabildo otorgará una línea de subvenciones extraordinaria, de 2,1 millones de euros “con el objetivo de ofrecer ayudas directas a favor de los viticultores en activo de Tenerife, compensatorias de la pérdida de renta derivada de la bajada en la producción de la campaña 2024 causadas por la sequía, en relación a las registradas en los últimos años”.
La finalidad de esta iniciativa pasa por garantizar la continuidad de los cultivos, que resultan “fundamental desde el punto de vista agrícola, medioambiental y cultural, y por el valor económico de sus producciones”.
Primera botella de la cosecha en Icod
En Icod de los Vinos, la fiesta de San Andrés es una de las más esperadas del año. Allí se concentraron anoche casi un millar de personas en la plaza de Andrés de Lorenzo Cáceres para disfrutar del tradicional descorche de la primera botella de vino de la cosecha.
Ana Delia González, propietaria de la Bodega Aceviño, fue la mantenedora del acto, en el que subrayó los beneficios que ofrecen la rica tierra volcánica y el microclima “único” del municipio para elaborar unos vinos de gran calidad.