El Cabildo de Tenerife y la Universidad de La Laguna, así como personalidades de la política como el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, han expresado su pesar por el fallecimiento del científico colombiano Manuel Elkin Patarroyo, descubridor de la primera vacuna sintética contra la malaria.
La Universidad de La Laguna, que invistió a Patarroyo Doctor Honoris Causa en 1998, recuerda la “amplia relación” del científico colombiano con esta institución académica y en concreto su “estrecha vinculación” con el Instituto de Enfermedades Tropicales y Salud Pública.
Su director, Jacob Lorenzo, destaca de Patarroyo que fue “uno de los baluartes de nuestro centro a nivel regional, nacional e internacional” y que la ciencia biomédica en Canarias “siempre le deberá muchísimo”.
El Cabildo de Tenerife señala que Patarroyo, ganador del Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica en 1994, era “un gran amigo” de la isla.
Su presidenta, Rosa Dávila, traslada su pésame a la familia, colegas y seres queridos de Patarroyo y asegura que su contribución a la ciencia y “su vínculo” con Tenerife “siempre serán recordados”.
Fernando Clavijo, presidente de Canarias, ha escrito en redes sociales que Patarroyo “deja un legado científico de incalculable valor, entre ellos la primera vacuna sintética contra la malaria”.
“Se fue el científico pero perdurará su trabajo, imprescindible para avanzar en el campo de la investigación médica y para salvar vidas”, recalca Clavijo.
Manuel Elkin Patarroyo, nacido el 3 de noviembre de 1946 en la localidad de Ataco, en el departamento del Tolima, era médico de la Universidad Nacional de Colombia, institución a la que estuvo vinculado durante toda su carrera como investigador científico.
Descubrió en 1987 la primera vacuna sintética contra la malaria, con un rango de protección del 40 %, que donó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) con el fin de que fuera de distribución gratuita como un regalo a la humanidad.
Después de ese descubrimiento, Patarroyo dedicó años de trabajo en la Fundación Instituto de Inmunología de Colombia (Fidic), de la cual fue director, a perfeccionar la vacuna y a ampliar su rango de protección, así como a desarrollar una fórmula madre para diferentes vacunas.
Además del Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica, Patarroyo fue galardonado, también en 1994, con el Premio Robert Koch, el más prestigioso galardón científico de Alemania, y con el Premio León Bernard, de la OMS, entre otros reconocimientos a su obra.