Unas 2.000 personas participaron ayer en la marcha silenciosa Todos somos Lucía celebrada en Puerto de la Cruz convocada por la Asociación Visión Azul Autismo en recuerdo de la menor de 12 años que se quitó la vida el pasado 20 de febrero en la ciudad turística y para manifestar su rechazo contra el acoso escolar y todas las formas de violencia en las escuelas, lugares que deben ser espacios seguros y de integración para todos los alumnos. “Nos estamos enfrentando una realidad que no podemos ignorar más. El suicidio infantil y juvenil es un tema del que debemos hablar, porque el silencio nos ha traído hasta aquí”.
Encabezó la marcha una pancarta con el lema Justicia para Lucía, el Bullying Mata, que fue llevada por el padre y la madre de la menor fallecida, Quico y Laura, y sus hermanas Sara y Elisa. Detrás, centenares de familias de menores y adultos con autismo, vecinos de Puerto de la Cruz, representantes de asociaciones del ámbito social y autoridades como el alcalde del municipio, Leopoldo Afonso, y otros concejales, caminaron en un respetuoso silencio hasta el Muelle.
Desde Visión Azul se prepararon flores y lazos azules en honor a Lucía, y muchos asistentes acudieron vestidos de azul, el color asociado a las personas con autismo, condición que padecía la pequeña.
Al finalizar la marcha, entre lágrimas, sollozos y lamentos, tomó la palabra la presidenta de la asociación Visión Azul, Irene Zalba, que señaló que esta multitudinaria asistencia “quiere decir que hay que reclamar justicia”. Lucía era una niña de 12 años que el pasado 20 de febrero decidió quitarse la vida ante el “sufrimiento desgarrador que produce la violencia escolar” y recordó que “como ella, hay un montón de niños y niñas sufriendo por este motivo”.
Además criticó “el sufrimiento diario que tienen nuestros hijos e hijas con autismo”, ante un “sistema educativo tan segregador y sin recursos para las necesidades educativas específicas”. Y aparte de todo esto, “tenemos que soportar también la violencia escolar” que ejercen sus compañeros. Afirmó que “Visión Azul siempre va a ser la voz de Lucía y de todos los niños que sufren en el sistema educativo. Vamos a ir de la mano junto a ustedes, siempre apoyándolos y haremos justicia”.
También tomaron la palabra los padres de Lucía. Quico agradeció a todo el mundo su asistencia y, entre sollozos, recordó que “mi niña ya no está”, pero deseó que [su muerte] sirva “para que no vuelva a ocurrir más”. La emoción le impidió seguir hablando. Por su parte, Laura recalcó que aunque “Lucía ya no está con nosotros, toda la familia seguirá luchando con todas nuestras fuerzas por todos los niños y niñas que sufren acoso escolar”. Tras agradecer “el esfuerzo” por acudir a la marcha, deseó que “nos sigan acompañando en la lucha contra el bullying”.
Además de en Puerto de la Cruz, a la misma hora se realizaron actos en Las Palmas y en Arrecife convocadas por madres y padres con menores con autismo o que sufren acoso.
En todos los actos se leyó una carta escrita por Carmen, una niña canaria que sufrió bullying. “Desgraciadamente, no es la primera vez que ocurre algo así. Lucía no debería haber partido tan pronto, no debería haber sentido que estaba sola, no debería haber creído que su vida no tenía valor”, señaló.
“Nos enfrentamos a una realidad que no podemos ignorar más, el suicidio infantil y juvenil es un tema del que debemos hablar”. “El silencio es lo que ha dejado a tantos niños y niñas atrapados en un dolor que no saben cómo expresar. Lucía era una niña con sueños, con esperanzas y con un futuro que le fue arrebatado por la desesperanza y la indiferencia. Quizás por la crueldad de un mundo que no escucha a quienes más lo necesitan”, recalcó.
Demandó más apoyo psicológico en las escuelas, espacios seguros para que los niños puedan hablar “y corazones dispuestos a escuchar”. “No permitamos que más familias pasen por este sufrimiento. No dejemos que más niños se sientan invisibles”. Pidió “luchar por un mundo donde ningún niño y niña tenga que sentir que su única salida es desaparecer”.