Vecinos y comerciantes del santacrucero barrio de la Cruz del Señor viven desde hace meses una situación “insostenible”, derivada de la presencia de personas, la mayoría indigentes, que se congregan a diario en los aledaños de la plaza de la iglesia para trapichear con drogas, beber sin control, mendigar e, incluso, montar un mercadillo de venta ilegal de objetos que, según aseguran los denunciantes, “los recogen de la basura”.
A pesar de que avisan a la Policía Local a cada momento, los residentes comentan a DIARIO DE AVISOS que “los municipales vienen con frecuencia y multan a estos vendedores sin licencia o ahuyentan a los que mendigan o trapichean, pero en cuanto se van los agentes, de nuevo aparecen y siguen haciendo lo mismo. Vivimos un auténtico calvario día tras día, porque la sensación de inseguridad ciudadana en la zona, unida a la suciedad que generan al tirar basura al suelo, es cada vez mayor”, afirman los afectados.
Los residentes explican que “la semana pasada tuvo que intervenir la policía con una persona con problemas de salud mental que apareció en el barrio, casi desnudo y en calcetines, gritando y dando patadas a todo lo que se encontraba a su paso. Al final, los agentes lograron reducirlo y avisaron a una ambulancia que acabó llevándoselo. Esto es un solo ejemplo de lo que está ocurriendo aquí, en especial en el entorno de la plaza de la iglesia. La situación está descontrolada y es insoportable”.
Afirman que “la mayoría de estas personas que acuden a la Cruz del Señor proceden de barrios cercanos, como Cuesta Piedra o Los Gladiolos, y se dedican a buscar pelea o, simplemente, a mendigar, lo que ha hecho que la gente mayor, que antes acudía a la plaza a sentarse para pasar un rato charlando, se hayan tenido que desplazar a otro lado o quedarse en sus casas por temor a que les roben o agredan”.
Asimismo, a esta tensa situación, que ya se prolonga en el tiempo sin que los afectados vean solución por parte del Ayuntamiento capitalino, se suma la de un mercadillo ambulante de venta de objetos ilegales, donde estos improvisados comerciantes utilizan los muros de las jardineras que rodean la plaza para ubicar un rastro sin control en el que se vende desde ropa hasta libros usados.
Tanto vecinos como propietarios de los negocios aledaños a esta zona, convertida en foco de conflictividad, denuncian estar “hartos de aguantar a chusma que solo ahuyenta a clientes y genera tensión en un barrio que hasta hace poco era tranquilo”.
Por ello, los residentes críticos de la Cruz del Señor piden que se refuerce la presencia de los agentes municipales en la zona y que, además, “se les requisen los objetos que venden para, así, ahuyentarlos y que no vuelvan más. Solo queremos recuperar la normalidad en nuestro barrio y que esta gente se marche de aquí de una vez”, concluyen.
Mendigos, suciedad y trapicheo en la plaza de la iglesia
La plaza de la iglesia del barrio Cruz del Señor de la capital ha sido tomada por usuarios en situación de sinhogarismo, migrantes y personas adictas a sustancias estupefacientes que han convertido este rincón capitalino en una comuna al aire libre. Bolsas de basura, latas de cerveza y papeles y colillas rebosan por las papeleras, dando una imagen de suciedad que, además, atrae a moscas y cucarachas. Vecinos y comerciantes conviven cada día con esta caótica situación, a la que se une, asimismo, la de muchas personas que piden dinero en las esquinas. “No podemos más”, alegan.
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