La expulsan de un vuelo justo antes del despegue por hacer una broma “fuera de lugar”: no podrá volver a viajar con la aerolínea

Una pasajera en Indonesia fue expulsada de un vuelo tras hacer una broma sobre llevar una bomba en su bolso. Semanas antes, en un avión de Ryanair que cubre la ruta Tenerife-Bristol, otra mujer británica fue escoltada por la policía tras un malentendido con el pago de unas papas fritas, según ha explicado Daily Mail.

El pasado 15 de abril, una mujer mayor fue expulsada de un avión de Batik Air en el aeropuerto Soekarno-Hatta de Yakarta después de afirmar —según informó el Daily Mail— que llevaba una bomba en su bolso. La supuesta amenaza fue pronunciada justo antes del despegue, lo que activó de inmediato el protocolo de seguridad de la aerolínea.

La pasajera colaboró tranquilamente con el personal de cabina, recogió sus pertenencias y abandonó la aeronave sin resistencia, mientras el resto de viajeros permaneció en sus asientos. La inspección posterior no reveló la presencia de ningún explosivo, pero el incidente provocó un retraso de dos horas en el vuelo con destino a Manado, en Sulawesi del Norte.

Según un portavoz de Batik Air, la mujer fue incluida en una lista negra y se le prohibió volar con la compañía en el futuro. “No se hallaron objetos con forma de bomba, pero se tomó la decisión de aplicar una sanción interna”, confirmó la aerolínea.

En otro episodio insólito, ocurrido semanas antes, una ciudadana británica fue detenida por la policía al aterrizar en Bristol tras no poder pagar un refrigerio durante su vuelo de regreso desde Tenerife. El Daily Mail detalla que Ann-Marie Murray, de 55 años, comenzó a comer un paquete de Pringles del carrito de ventas a bordo antes de que se procesara el pago con tarjeta, el cual finalmente no se completó por un fallo en el lector y la falta de efectivo.

La tripulación alertó a la policía al considerar que el comportamiento de la pasajera se había vuelto “perturbador”. Según Murray, se trató de un malentendido. “Pensé que era una broma cuando dijeron que habían llamado a la policía”, declaró a The Mirror. “No me negué a pagar, simplemente la máquina falló y no tenía efectivo”.

Al aterrizar, tres agentes subieron al avión y la escoltaron fuera, según se observa en imágenes compartidas en medios británicos. La situación, según la implicada, resultó “vergonzosa” y “desproporcionada”.