Pioneros en la importación de productos gastronómicos italianos en España, Comercial CBG puede presumir no solo de sus cuarenta años de trayectoria, así como de unas envidiables cifras de crecimiento que le han llevado recientemente a ampliar sus instalaciones, sino también de ser uno de los stand más populares y concurridos de esta edición de GastroCanarias. Atraídos por sus humeantes aromas y la habitual chispa que atribuimos a la cocina italiana, decenas de personas esperaban su turno, en una cola que no parecía disminuir, en la primera jornada del salón para llevarse a la boca algunas de sus delicias.
Su responsable de marketing, Ruth Antón, en una reflexión profunda de la acogida de los productos y del éxito de CBG, atribuye parte del mismo “al buen momento en el que se fundó la empresa, en 1986, ya que España acababa de entrar en la Comunidad Económica Europea y de golpe fue muy fácil comprar producto e importarlo”. De aquella época la propia empresa recuerda en su sitio web como, con gran ilusión y amor por la gastronomía italiana, empezaron “a vender pasta al huevo, cuando casi nadie sabía lo que era”. Hoy, el catálogo de la empresa reúne unos 1.500 productos de más de 80 marcas de gran prestigio, representativos de la cocina italiana en particular, y de la mediterránea en general.
La puntualidad y flexibilidad de su plantilla, la estabilidad de su catálogo, así como el asesoramiento personalizado a sus clientes son señas de identidad de una empresa con implantación nacional que ha hecho de la formación, a través de seminarios, jornadas y acciones divulgativas, uno de sus mayores activos.
En Canarias, un territorio que el turismo ha convertido en multicultural, y por ende, con presencia de las gastronomías más diversas, los productos de CBG “gustan, encajan y están de moda”, como asegura Antón, quien por cierto no ha dudado en confesar, en el marco de GastroCanarias, su debilidad por los quesos, entre ellos los canarios.
Su base de operaciones canaria se encuentra en Tenerife, desde donde distribuyen con rapidez a todo el Archipiélago su rica gama de embutidos y quesos italianos, de deliciosos vinos y cervezas, así como de panes, arroces y pastas simples y rellenas, sin olvidar sus irresistibles postres, entre los que comparten reinado el tiramisú, los profiteroles y la panna cotta. De este festival de sabores no solo da buena cuenta la notable colonia italiana en Canarias, sino también la población local y el turismo, que siempre han demostrado un especial gusto por la cocina del Bel paese.