Los reyes de Noruega, Harald V y Sonia, realizaron un viaje privado a la isla de Tenerife en la segunda quincena de marzo, aunque no había trascendido hasta ahora, dado que su equipo de comunicación no suele informar sobre sus desplazamientos por razones de seguridad.
Durante unas vacaciones de casi tres semanas en la Isla, se alojaron en el Sur, visitaron algunos museos y almorzaron de incógnito en restaurantes como la Finca Salamanca, en Güímar, municipio en el que rindieron homenaje al explorador, científico y escritor Thor Heyerdahl en el parque etnográfico y jardín botánico Pirámides de Güímar.
Allí fueron recibidos, el pasado 23 de marzo, por su viuda, Jacqueline Heyerdahl, con quien mantienen una relación de amistad desde hace años, y la directora del recinto Alicia Barroso.
ADMIRACIÓN
Durante la visita guiada, de dos horas de duración, quedó de manifiesto la admiración de los monarcas hacia el organizador de la expedición Kon-Tiki. Ambos mostraron una gran curiosidad por el trabajo que realizó el matrimonio Heyerdahl en Tenerife y celebraron la protección y estudio de las seis pirámides, orientadas al sol en fechas astronómicas claves. “Fueron muy cercanos: ella mostraba curiosidad por todo y hacía fotos con su móvil; él tenía algunos problemas de movilidad y caminaba con la ayuda de dos muletas”, indicó a este periódico Alicia Barroso.
Harald V y Sonia colocaron una corona de flores junto al busto del explorador, que residió los últimos 10 años de su vida en Tenerife hasta su fallecimiento en 2002.
También firmaron en el libro de honor, y, tras agradecer el “compromiso” de Pirámides con la preservación de su legado, recibieron diversos obsequios en agradecimiento a su visita, entre ellos, unas piezas de cerámica canaria del alfarero Pedro Benítez, un ramo de flores con los colores de la bandera noruega y una reproducción en miniatura de la embarcación Ra II fabricada por la etnia de los Aymara en el lago Titicaca.
Así lo indicó la directora del parque, quien reveló que los reyes confesaron al equipo del parque que “les gustó mucho la Isla” y les llamó la atención el “paisaje volcánico y el contraste de colores”.
Además, destacó que ambos quedaron “profundamente impresionados por la oportunidad de aprender más sobre el importante trabajo de Heryerdahl en Tenerife”.