Los efectos del cambio climático han transformado la mentalidad y la planificación de muchos territorios, que ya aceleran los plazos y plantean soluciones viables desde el punto de vista de la mitigación y la adaptación a este fenómeno global. Uno de los ejemplos más claros en Canarias es San Cristóbal de La Laguna, que recientemente ha obtenido el visto bueno técnico para recuperar el antiguo humedal que dio el nombre a esta ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Esta solución hidrológica, que ha requerido de distintos sondeos e informes técnicos exhaustivos por parte de la empresa Gestur Canarias, contribuirá a corto y medio plazo a prevenir futuras inundaciones en el municipio y a canalizar las aguas provenientes de grandes episodios de lluvias, que puedan suponer una amenaza para la población o cualquier infraestructura viaria.
Además, este recurso hídrico se gestionará de manera eficiente y controlada para generar un nuevo ecosistema natural a escasos metros del casco histórico de la ciudad, convirtiéndose en un nuevo punto de encuentro y anidación de aves y otras especies animales.
El alcalde de La Laguna, Luis Yeray Gutiérrez, dio a conocer recientemente los grandes avances que ha experimentado este proyecto de recuperación del icónico humedal del municipio, que también contará con importantes zonas de ocio y esparcimiento para la población.
Estos progresos tienen que ver con los sondeos geotécnicos, que han permitido dilucidar las cotas del nivel freático, la calidad del agua extraída, las diferentes tipologías de subsuelo que se pueden encontrar en los terrenos escogidos y otros aspectos técnicos, ambientales y urbanísticos que eran fundamentales para garantizar la viabilidad de esta propuesta novedosa a nivel regional y nacional.
“La Laguna avanza con paso firme hacia un futuro basado en la recuperación de nuestros espacios verdes y zonas medioambientales de este calado, lo cual evita que en un futuro estas parcelas puedan ser urbanizadas, tal y como ocurrió en los inicios de esta ciudad, cuando la acción humana provocó la desaparición del histórico humedal”, señaló el primer edil del municipio.
“Nos remontamos a nuestras raíces y nuestros orígenes para cimentar un patrimonio hídrico que ayudará a mantener este sistema natural sin necesidad de recurrir a otras reservas de agua, al tiempo que evitamos que todos estos recursos acaben en los barrancos y provoquen desbordes o inundaciones”, agregó Luis Yeray Gutiérrez.
Por último, el alcalde lagunero recordó que “estamos asistiendo a fenómenos naturales de extrema gravedad en muchas partes del planeta que ocasionan importantes desastres en el viario y mobiliario público, y en el caso de Canarias somos un territorio especialmente frágil por nuestra condición de territorio insular”.
“No podemos mirar hacia otro lado ante esta realidad medioambiental que cada vez es más evidente, aunque muchos quieran seguir negándolo. Las personas que estamos al frente de las administraciones públicas debemos adelantarnos a estas amenazas y tomar decisiones valientes y decididas, donde impere el bienestar general de la ciudadanía por encima de cualquier interés”, aseveró.
Por su parte, el responsable de Ingeniería Civil de Gestur Canarias, Manuel Galván, explica que el proyecto ideado por el Ayuntamiento de La Laguna, y cuyo proyecto de ejecución está ya prácticamente redactado por la empresa pública, contempla varios objetivos claves, empezando por el de carácter simbólico que supone la recuperación de ese patrimonio simbólico para la ciudad.
No obstante, Galván destaca que si se trata de un gran proyecto de ingeniería hidráulica es debido al hecho de que “hoy en día, cuando llueve, únicamente existen canales para desviar esa agua a los barrancos. Sin embargo, con este proyecto, y sobre la base de que nos tenemos que preparar para un fenómeno como es el cambio climático y las inundaciones que previsiblemente puede causar, lo que se está haciendo es dar una respuesta completamente alineada con las medidas basadas en la naturaleza que establecen las directrices europeas”.
Este tipo de medidas protegen, gestionan de forma sostenible o restauran ecosistemas aprovechando las oportunidades que proporcionan los propios ecosistemas para encontrar soluciones que afectan a la población.
En el caso concreto de este humedal, el responsable técnico del proyecto señala que “se van a crear sobre el terreno una especie de cuencos de varias profundidades que lo que van a hacer es que esa agua de lluvia se pueda derivar hasta esta zona y almacenarla y laminarla, lo que viene a significar que permitirá controlar el caudal del agua que corre por los sistemas de evacuación y evitará inundaciones”.
Además, desde Gestur Canarias confirman que en el aspecto medioambiental han contado con el asesoramiento de la Universidad de La Laguna para la elaboración de un anexo trascendental del proyecto de ejecución en materia de biodiversidad, en el que se propone qué tipo de flora debería incorporarse en el terreno y bajo el agua almacenada para hacer frente a cualquier tipo de plaga, como es el caso de los mosquitos.
A ello se suma otro anexo que, en este caso, ha sido elaborado por el Instituto Universitario de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de Canarias en el que se marcan qué medidas de mantenimiento requiere un humedal de estas características para evitar cualquier tipo de invidencia sanitaria.
Finalmente Manuel Galván, reconoce que “es un proyecto muy extenso y complejo, en el que se ha contado con la colaboración de los mejores profesionales de cada campo, detallando toda la obra civil de ingeniería hidráulica, así como la arquitectónica”. Asimismo, confirma que quedará totalmente redactado y se le entregará a la Corporación lagunera antes del próximo mes de septiembre.
Aval científico y medioambiental del proyecto
Esta propuesta de recuperación del antiguo humedal de La Laguna fue objeto de análisis y debate en un encuentro de profesionales e investigadores de diferentes entidades vinculadas al proyecto europeo ‘Natalie’. La cita se desarrolló el pasado año en el antiguo Convento de Santo Domingo, donde se profundizó en los costes y los beneficios que tendría esta iniciativa.
Entre las principales conclusiones extraídas, se señaló que el coste de construcción de esta infraestructura hidráulica será mínimo, a tenor de los numerosos beneficios sociales, culturales, ecosistémicos, educativos y medioambientales que conllevará para las generaciones actuales y venideras.
De hecho, se puso sobre la mesa el papel ejemplarizante que tendrá para otros territorios similares a San Cristóbal de La Laguna, que podrán extrapolar el proyecto y adaptarlo a sus necesidades específicas, tomando buena nota de los grandes resultados que aportará desde su inauguración.
Entre los múltiples beneficios que conllevará este nuevo humedal, se hizo especial énfasis en la conservación y recuperación de los servicios ecosistémicos que se perdieron con la antigua laguna, lo cual repercute de manera directa en aspectos importantes de la sociedad como la salud o la economía.
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