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Una abuela palmera convertida en malaya: FIFA abre expediente a un jugador del CD Tenerife en el mayor caso de nacionalizaciones falsas del fútbol

La FIFA señala la manipulación de los documentos presentados por la Federación de Malasia
Una abuela palmera convertida en malaya: FIFA abre expediente a un jugador del CD Tenerife en el mayor caso de nacionalizaciones falsas del fútbol

En el fútbol internacional, las normas de elegibilidad permiten a los jugadores representar a un país mediante vínculos familiares directos, pero no siempre esas conexiones resultan legítimas. Un reciente fallo del Comité Disciplinario de la FIFA contra la Federación de Malasia y siete futbolistas confirmó la manipulación de documentos de identidad. Entre los sancionados figura el defensa canario Gabriel Palmero, futbolista en propiedad del CD Tenerife, en el que han puesto los ojos el fútbol internacional.

En los últimos años, La Federación de Malasia apostó por una estrategia de nacionalización inspirada en modelos como el de Catar, centrada en incorporar a futbolistas extranjeros con supuestos vínculos familiares con el país. El objetivo era claro: elevar de forma inmediata el nivel competitivo de la selección nacional de cara a las citas internacionales. 

Este escándalo salió a la luz tras el 4-0 de Malasia frente a Vietnam, el 10 de junio de 2025, cuando varias federaciones denunciaron la alineación de jugadores recién naturalizados cuya elegibilidad resultaba dudosa. La FIFA abrió entonces un expediente y, tras contrastar los documentos presentados por la Federación de Malasia con registros oficiales, concluyó que, presuntamente, se habían falsificado certificados de nacimiento para justificar vínculos familiares inexistentes. 

En esta sanción, un apellido llamaba la atención más que ningún otro. Palmero, cuyo nombre completo es Gabriel Felipe Arrocha, nació en Santa Cruz de La Palma (España) y desarrolló su carrera formando parte de las categorías juveniles del UD Las Palmas. Actualmente pertenece al CD Tenerife, llegando a debutar el año pasado con el primer equipo, aunque el futbolista de 23 años fue cedido a las filas del Unionistas de Salamanca CF. En 2025, fue convocado por la selección de Malasia como heritage player —es decir, un jugador con ascendencia que puede justificar su elegibilidad para representar al país. Tambien participó en partidos amistosos y clasificatorios para la Copa Asiática.

La sanción de la FIFA lo incluye junto a otros seis jugadores bajo acusaciones de presentar documentación falsificada — especialmente en lo que respecta al origen (nacimiento) de sus abuelos o abuelas, que hubiera validado su relación con Malasia.

En la investigación difundida recientemente, la FIFA señala la manipulación de los documentos presentados por la Federación de Malasia. En ellos se afirmaba que la abuela de Gabriel Palmero, María Belén Concepción Martín, había nacido en Malacca (Malasia). Sin embargo, la verificación posterior desmintió esa información: la partida de nacimiento original certifica que su lugar de origen es Santa Cruz de La Palma, España.

Para los futbolistas afectados, la sanción supone un golpe directo a sus carreras profesionales: durante un año no podrán competir ni con sus clubes ni con selección. Algunos, como Palmero en el Unionistas de Salamanca o Garcés en el Deportivo Alavés, han visto cómo sus equipos suspendían de inmediato su participación en entrenamientos y partidos.

El desenlace, no obstante, aún no está cerrado. Los jugadores y en especial, la FAM (Football Association of Malaysia) se encuentra barajando toda la información de la FIFA para recurrir la sanción, habiendo aún una ventana para apelar y solicitar que el Tribunal de Arbitraje Deportivo revise el caso.

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