Otro cole es posible

El colegio Salesianos experimenta el diseño de una nueva escuela sin asignaturas, timbres ni clases, en la que los alumnos comparten espacios y se mueven con autonomía para buscar lo que necesitan
COLEGIO SALESIANOS
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Los alumnos ocuparon los distintos espacios del centro para desarrollar los proyectos que se les habían asignado. Sergio Méndez

Entremezclar asignaturas como lengua, francés, geografía, plástica, y matemáticas para conmemorar el 50 aniversario de El Principito y entender El Renacimiento, o fundir el inglés con la biología, la literatura, y las tecnologías de la información y la comunicación para elaborar un video o un periódico digital bajo la consigna ‘Be green’ (Sea ecológico) es viable si se cuenta con las herramientas adecuadas.

Se puede conseguir un nuevo diseño de escuela y Salesianos La Orotava ha comenzado a encontrar la manera de implementarlo. El primer convencido es su director, Emilio Torres, para quien es fundamental romper con el modelo tradicional y tener un colegio libre de timbres, asignaturas, clases, o profesores por especialidad, que le permita al alumno moverse con autonomía y buscar lo que necesita.

Y eso es lo que se intentó la semana pasada, cuando los 1.100 alumnos se mezclaron ocupando todos los espacios del centro como lugares de aprendizaje. Los largos pasillos fueron los escenarios principales, especies de museos en los que se podían compartir los proyectos de plástica, historia, tecnología y matemáticas, elaborados por los distintos cursos.

Todo el colegio fue cómplice de un proyecto que no tenía nombre pero sí un propósito claro: Otra escuela es posible. Y así se comprobó por parte del equipo directivo, que quiere que avance y se extienda dado que los resultados conseguidos han sido muy satisfactorios.

Cinco profesores atendieron y orientaron a 90 alumnos por nivel. Cada curso tuvo un proyecto diferente. El alumno comenzó la jornada escolar sabiendo el reto que se le propuso. Junto con su grupo lo desarrolló y buscó las respuestas a medida que lo requerían, con lo cual, los tiempos fueros diferentes para cada uno.

Ahí no quedó todo. Los escolares atravesaron las puertas del centro y salieron a la calle para interelacionarse con los ancianos del geriátrico San Sebastián, ubicado justo al lado; organizaron obras de teatro, bingos, y ensayaron anuncios publicitarios, entre otras actividades.

La idea salió del claustro de profesores al ver que en los últimos años de Primaria y en la ESO, fundamentalmente, hay asignaturas muy abstractas que no tienen aplicabilidad y ello deriva en que los alumnos se desmotiven fácilmente.

Por eso el proyecto de Salesianos La Orotava es romper con la escuela estática en la que el estudiante tiene una actitud pasiva y es un simple espectador de lo que ocurre en su entorno.

Por el contrario, se intenta que interponga lo real con sus motivaciones y que vea la aplicabilidad que tienen los conocimientos adquiridos en la escuela en su vida diaria. En este sentido, las nuevas tecnologías ocupan un lugar fundamental, porque permiten continuamente que esté actualizado y que el profesor no sea el único que tiene el conocimiento. Bajo esta premisa, los alumnos trabajan con iPads, a través de los cuales reciben las consignas, las notas, y se le envían las comunicaciones a sus familias, quienes además pueden hacer un seguimiento de su rendimiento escolar.

“Es pasar del saber al saber hacer. No tiene sentido que la escuela parcialice los conocimientos por asignatura, sino que desde el saber propio, de la ciencia, de la humanidad, el arte o las matemáticas, cada estudiante pueda resolver los retos que se le plantean y se conecte con la realidad. Perdemos tiempo intentando que el niño memorice elementos que luego no retiene”, sostiene Emilio Torres.

Este modelo educativo no rechaza los contenidos propios de cada asignatura sino que las transforma para conseguir las competencias que se quieren alcanzar con cada una de ellas, desde la autonomía del alumno, pasando por la innovación, el razonamiento y la creatividad, por citar algunos ejemplos.

“Un niño solo en su pupitre, mirando a su profesor, no trabaja ninguna de esas destrezas. Hoy en día está demostrado que fuera todo se resuelve en equipo, y que los alumnos deben ser capaces de comunicar ideas, discriminar en una página web qué información es veraz y cuál no, y tener capacidad de crítica”, insiste el joven director. Y la escuela es la primera que tiene que prepararlos.

Salesianos sigue el camino que inició en 2011 con un refuerzo del bilingüismo, la implantación del ajedrez como materia obligatoria, y la posibilidad de que cada alumno tenga un iPad para poder investigar, aprender y descubrir. Pero sobre todo, se asienta en el aprendizaje emocional a través de las inteligencias múltiples y la capacidad para resolver problemas, que es lo que se van a encontrar cuando dejen para siempre las aulas y se enfrenten al mundo.

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