
El Parlamento autonómico aprobó por unanimidad, y con aplausos de los seis grupos políticos, el tercer Plan de Salud de Canarias, cuya vigencia será la más corta de la historia, apenas hasta 2018, por lo que antes de que culmine esta legislatura se elaborará una nueva planificación.
Una corta duración que el consejero de Sanidad, el socialista Jesús Morera, justificó por el hecho de que el documento se basa en información diagnóstica del periodo 2008-2014, de ahí que, a su juicio, “la vigencia no pueda ser amplia debido a la velocidad con la que cambian los escenarios sociales y presupuestarios”. Eso sí, contrajo el “compromiso de revisarlo” antes de acabar su mandato.
Morera puso de relieve que el nuevo plan (el anterior data de 2004) afronta “los retos del sistema sanitario, que son muchos, entre ellos garantizar la calidad de las prestaciones y la universalidad de acceso”, así como “evitar la fragmentación, reducir inequidades, garantizar la transparencia y mejorar la credibilidad” del servicio.
El plan aprobado es fruto de la participación de todos los grupos parlamentarios, por lo que el consejero agradeció el consenso y apeló además a mantener esa colaboración para aplicarlo.
Desde la ASG, Jesús Ramón Ramos, criticó que si bien ha aumentado la población que atender y además está más envejecida, “ha disminuido el presupuesto”.
Para el portavoz de Nueva Canarias (NC), Román Rodríguez, el plan “llega tarde y durará poco”, algo que consideró impropio. Advirtió además de la pérdida de confianza de los ciudadanos en la sanidad pública por los recortes y las privatizaciones, lo que ha llevado a muchos a la sanidad privada.
Juan Márquez (Podemos) condicionó su apoyo a que el Gobierno canario presente al finalizar este plan el tercero y señaló que lo aprobado “no puede quedar en papel mojado”, informó EFE.
Guillermo Díaz (PP) denunció la “caótica” gestión de la sanidad canaria, aunque ve en el plan una “buena” hoja de ruta y en algunos puntos incluso “ambicioso”.
Ignacio Lavandera (PSOE) se refirió al texto aprobado como la base de una política transversal por la salud, y reconoció que no se destinan los recursos suficientes a pesar del esfuerzo que se hace.
Elena Luis (CC-PNC) lo resumió como la estrategia para enfrentarse a los problemas de salud de los ciudadanos y exigió una financiación estatal por habitante igual al resto de territorios.