Alejandro Amenábar: “Siempre que empiezo escribiendo comedia, acabo escribiendo drama”

Foto: Sergio Méndez

Alejandro Amenábar (Santiago de Chile, 1972)  es uno de los directores contemporáneos más destacados  del cine español. Su nombre, junto al de Pedro Almodóvar, Fernando Trueba, José Luis Garci o Juan Antonio García Bayona, reflejan la verdadera ‘marca España’: garantía de calidad, aire de renovación, estilo propio, vanguardia y transgresión. Con tan solo seis largometrajes, en los que ha ejercido la figura de guionista, director, productor  (en algunos casos) y compositor musical, ha conquistado cientos de reconocimientos, entre ellos, los más importantes: nueve premios Goya, un Globo de Oro y un Óscar. Tesis (1996),  Abre los ojos (1997), Los Otros (2001), Mar adentro (2004), Ágora (2009) y Regresión (2015) son su legado hasta el momento. Entre ellas, una de las joyas de la historia del cine: Mar adentro, de las películas más premiadas nacional e internacionalmente. El director, de familia chilena y española, pasó por Tenerife esta semana para intervenir el jueves en un debate sobre cuestiones científicas e históricas reflejadas en su filme Ágora, junto al astrofísico  y profesor de la Universidad de La Laguna Antonio Mampaso, uno de sus asesores en este metraje. Aprovechó su visita también para conocer la Isla y, quizá, inspirarse en sus paisajes para contar una nueva historia. Así lo comentó a DIARIO DE AVISOS.

-Ha declarado en varias ocasiones que le encantaría rodar alguna película en Tenerife, también ha dicho que grabará un nuevo largometraje en 2017. ¿Se unirán esos dos factores?
“De momento no hay nada concreto, pero me encantaría rodar en Canarias. En parte, porque aquí, en estos momentos, hay una situación muy ventajosa desde el punto de vista financiero y fiscal. Además, me encantan las Islas”.

-¿Existe un nuevo proyecto en camino?
“Uno siempre está escribiendo algo. No puedo adelantar nada más”.

-Además de las ventajas fiscales que ofrecen las Islas, este es un buen plató natural de cine. ¿Tiene alguna localización que le inspire?
“Por ahora no puedo decir una localización isleña que me inspire, pero confío en encontrarla este fin de semana. Espero pasear y recorrer Tenerife junto a Antonio Mampaso y descubrirla”.

-Llega a Tenerife para debatir sobre Ágora, que ha suscitado una gran controversia, como todas las películas que tocan asuntos históricos. ¿Qué postura asume ante este tipo de cine?
“Muchas de mis películas están basadas en hechos reales. Lo que yo creo es que hay que intentar ser fiel al espíritu de la historia. Puedes hacer una ficción absoluta basada en un hecho real, saltarte muchos aspectos. No obstante,  creo que hay que buscar, razonablemente, los elementos de la historia que permitan mantener la esencia. Es inevitable no hacer cambios, en cuanto tienes que componer los tiempos dramáticos”.

-Hace unos días Mateo Gil, el guionista que le ha acompañado en Tesis, Abre los ojos, Mar adentro y  Ágora, presentó su nueva película, Proyecto Lázaro, en TEA Tenerife Espacio de las Artes, donde además grabó gran parte de las escenas. ¿Ha visto el filme?
“Vi la película y me emocionó mucho. Es un largometraje que conecta con los cuentos y las obsesiones de Mateo, y que me ha transmitido desde que nos conocimos. Es un trabajo precioso que debió tener un mayor apoyo publicitario y económico”.

-Comienza en el mundo del cine con el corto La cabeza, en 1991. ¿El mundo del cortometraje fue una buena escuela?
“Es la mejor. Casi diría que la única posible. Hay un momento en que tienes que lanzarte al ruedo y la mejor manera es practicando a través del mundo del cortometraje. Es la manera de ponerte a prueba como organizador, realizador, director. Es allí donde aprendes de tus errores y  donde descubres tus limitaciones”.

-Hablando de errores, ha dicho en varias ocasiones que su peor película es Abre los ojos,  ¿por qué?
“Supongo que cada director tiene más afinidad con una película frente a otra. Si yo miro para atrás, reflexiono sobre mi obra y pienso en la que más me cuesta digerir,  lo primero que me viene a la mente es Abre los ojos”.

-Con solo seis películas se ha convertido en uno de los directores más importantes del cine español. ¿Cómo se enfrenta a un nuevo proyecto? ¿Siente cada vez una mayor responsabilidad?
“Responsabilidad siento siempre. Yo intento pasarlo bien, eso es lo importante: no perder nunca la ilusión. Creo que si haces cine pensando en lo que van a pensar, coartas tu libertad, no te diviertes y, al final, no funciona. La responsabilidad siempre existe, porque uno quiere hacer las cosas bien, pero fundamentalmente se trata de pasarlo bien haciéndolas”.

-¿Considera que el futuro del cine pasará por sistemas de cobro mensual como los propuestos por Netflix, HBO o Movistar Series ?
“Para mí, lo importante es que se sigan viendo historias. Sinceramente, creo que se van a diversificar los formatos y las maneras de ver los contenidos, por lo que vamos a ver más series y más películas. Creo también que ahora lo que hace falta son más películas de calidad para consumir en los hogares. No obstante, el cine seguirá existiendo tal y como lo conocemos, no creo que vaya a desaparecer”.

-¿Se ha planteado hacer comedia alguna vez?
“Yo nunca cierro las puertas, pero siempre que empiezo escribiendo comedia, acabo escribiendo drama. Me gustaría hacer un musical”.

-¿Se atrevería con una serie de televisión?
“Siempre digo que no soy un animal de series y me cuesta engancharme a ellas, pero si la historia vale la pena, por supuesto. No sé sobre qué la haría ahora mismo. La haría si llegara a considerar que la historia necesita más tiempo para ser contada”.

-Ahora hay una gran revolución en el mundo de las series. ¿Tiene alguna favorita?
“Esa revolución existe, y es buena. Recomiendo, y es de las pocas que he visto enteras, Breaking Bad”.

-¿Cuál cree que es el mayor problema al que se enfrenta el cine español?
“La crisis en el sector es permanente, por eso, creo que el problema fundamental ahora es clarificar la posición del Gobierno con respecto al IVA. Tenemos el IVA más alto de Europa, que se ha ido reduciendo en todos los sectores menos en el cine. Hay que solucionar esto cuanto antes”.

-Ha hecho varias películas en Estados Unidos, que hoy está de actualidad permanente por la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. ¿Cómo cree que repercutirá en el sector cultural?
“En el mundo de la cultura ya hemos visto lo que ha pasado, un revulsivo. La actriz más importante, la mejor del planeta, Meryl Streep, ha lanzado una proclama que me ha parecido impecable. No hay confianza para la cultura cuando una persona con su poder habla como él habla. No es digno para llevar el título de presidente”.

-Otro tema que está de actualidad son los mensajes vertidos tras la muerte de Bimba Bosé en las redes sociales. ¿La llegó a conocer?
“Yo no la conocía personalmente, pero sí que teníamos muchos amigos en común. Ellos siempre me decían que era una chica maravillosa. Con las redes sociales somos testigos de que existen muchos miserables sueltos, y, lamentablemente, la tecnología permite que cualquier chascarrillo o insulto  tenga difusión. También hay cierta responsabilidad en los medios de comunicación que se hacen eco de este tipo de noticias. Si estos miserables no salieran en los medios, si no se hicieran noticia, nadie sabría de ellos nunca”.

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