Abandono y basura en la Casa Mascareño

El emblemático inmueble del barrio La Salud, declarado BIC en 2008, se encuentra casi en estado de ruina y su interior es un auténtico vertedero
Estado actual en el que se encuentra la Casa Mascareño, ubicada en el Distrito Salud-La Salle, en el barrio de Buenavista. F. PALLERO

“¡No tienen verguenza!”. Así de contundente se muestra uno de los vecinos de la Casa Mascareño, Bien de Interés Cultural (BIC) desde 2008, cuyo deterioro es evidente y su descuido absoluto. Muchos de los transeúntes que pasan a su lado a diario puede que desconozcan el valor que atesora este inmueble, cedido por la familia Mascareño al Ayuntamiento, y que tiene que ver con su estilo arquitectónico, el racionalismo, una de las pocas muestras que quedan en la ciudad y, posiblemente, la única en esta parte de la capital, en el barrio de La Salud. Pintadas de toda índole cubren sus muros, también las de la plaza del mismo nombre y, lo más preocupante, sus paredes se caen a pedazos. A simple vista puede verse cómo los hierros que soportan los pilares están al aire y también los que sustentan la cornisa, de gran tamaño. En su interior, a pesar de que está completamente tapiada, se acumula basura, la mayoría, latas de cerveza que los desaprensivos han introducido por una de las ventanas a la que le han arrancado la malla protectora que se alzaba detrás de los barrotes. Nada en su entorno informa de que se trata de un BIC; ni una placa, ni una explicación que permita al menos darle un sentido a lo que, para algunos, solo es un inmueble en ruinas en medio de una plaza.

La denuncia pública sobre el abandono de este espacio único en la ciudad se realiza después de que desde distintas áreas hayan dado largas a las quejas de los que aún se preocupan por el patrimonio de la capital. Servicios Públicos, Patrimonio Histórico, Infraestructuras o Alcaldía, son algunas de las áreas a las que se han hecho llegar las fotografías del estado en el que está la casa. Reconoce un vecino que, aunque la inacción del Ayuntamiento en nada ayuda, tampoco lo hace la falta de civismo que hace que las paredes y señalética de la zona aparezcan pintarrajeadas.

El futuro de este inmueble, que cuenta con un plan director desde 2010, pasa por la revisión del citado proyecto que el área municipal de Infraestructuras tiene intención de llevar a cabo este mismo año. Esos más de seis años de desfase es lo que obliga a su revisión, pero, también, que los usos que en él se habían recogido, como el que se convirtiera en oficina del Distrito Salud-La Salle, ya ha dejado de ser prioritario, ya que esta se ha ubicado en el parque La Granja. Según detalla el concejal de Infraestructuras, José Alberto Díaz-Estébanez, el objetivo es actualizar el proyecto este mismo año y el uso que se ha pensado darle es el de Casa de la Juventud. “Además de la Casa Siliuto, en El Toscal, estamos estudiando la rehabilitación de la Casa Mascareño para que cumpla con los requisito de Casa de la Juventud”, detalló el edil. “De esta manera, cumpliríamos con un doble objetivo: desde el punto de vista de rehabilitación del Patrimonio y, además, avanzaríamos en la dotación de Casas de la Juventud para cada uno de los distritos”.

La concejal de Patrimonio, Yolanda Moliné, que también lo es del Distrito Salud-La Salle, coincide en la necesidad de recuperar este singular inmueble y confía en que el área de Infraestructuras pueda darle un impulso que necesita. “Es fundamental rehabilitarla para poner en uso este inmueble”, afirmó Moliné, quien añadió que “desde mi área consideramos y vemos una necesidad poner en valor este inmueble desconocido por muchos vecinos”.

El Plan Director ya describía en 2010 el avanzado deterioro de la casa, incorporando fotografías de los desconchados y los trozos de voladizos que habían caído. La inversión que el propio Consistorio estima para el inmueble supera los 700.000 euros. Al menos así lo recoge el proyecto MEDI del Cabildo, en el que la capital ha incluido una decena de inmuebles susceptibles de recibir financiación del área insular de Patrimonio Histórico. Sin embargo, las propias bases del MEDI obligan a que el inmueble cuente con un plan director actualizado para poder acceder a los fondos insulares.

El valor del inmueble fue reconocido por el Gobierno de Canarias en 2008 cuando le concedió el título de BIC, momento en el que ya su situación edificatoria dejaba mucho que desear. Ahora, transcurridos casi diez años de esa declaración, la Casa Mascareño sigue pendiente del proyecto y de la inversión.

Por su parte, los vecinos muestran su preocupación, no solo por el estado del inmueble, sino también por todo su entorno, que aparece lleno de pintadas, con la señalética emborronada por los gamberros e, incluso, con un parque infantil de reciente colocación que, para sorpresas de sus usuarios, solo cuenta con un columpio, habiendo espacio para dos. Mucha desidia.

Máximo exponente del estilo racionalista en la ciudad

La casa de la familia Mascareño se construyó en 1935. Constituye uno de los ejemplos de arquitectura doméstica racionalista del arquitecto José Blasco Robles. El inmueble refleja el sello que impregnó el autor a su destacada obra, y resalta el valor que otorgaba al marco climático, con la orientación de las habitaciones y de la propia casa en su conjunto.

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