Arico los quiere… pero más lejos

Todos los grupos políticos del municipio afirman estar a favor de los molinos de energías renovables, pero instan al Ayuntamiento a emprender acciones legales para ordenar la instalación de parques eólicos y fotovoltaicos por encima de la autopista y no en la costa

Arico se manifiesta a favor de las energías renovables, si bien en las últimas semanas todas sus fuerzas políticas y plataformas vecinales han alzado la voz contra la instalación de parques eólicos, sobre todo, aquellos que se sitúan muy cerca de zonas pobladas, como ocurre con el que se construye por debajo de la autopista (La Morra), la espoleta que ha levantado la polémica y los cruces de reproches entre dirigentes del Gobierno regional y del Ayuntamiento, incluso del mismo color político.

La unanimidad lograda en el Consistorio de Arico, tras la moción presentada por los socialistas en el pleno del 18 de mayo, es de destacar, aunque consideran que se quedará en mero fuego de artificio, al tener los dos proyectos que se desarrollan en el municipio (Alas Capital y DISA) todos los permisos exigidos por del Gobierno de Canarias, y sin que el Ayuntamiento los recurriera ni en noviembre de 2016 ni en marzo de 2017, cuando se abrió el período de alegaciones. Además, el principal obstáculo para ordenar la instalación de parques ecológicos y fotovoltaicos en el municipio es que este no cuenta con un Plan General de Ordenación, aunque le recuerda al Gobierno que tampoco existe un Plan Territorial de Energías Eólicas. Puestas así las cosas, la batalla de los ariqueros se centra, al menos, en impedir la construcción de molinos de viento por debajo de la autopista y de ordenar aquellos que se sitúan por encima, lejos de las zonas pobladas o en terrenos agrícolas, o de casas de turismo rural, como le ocurre a un empresario alemán afincado en Arico desde 1971, que ahora ve peligrar su negocio de turismo natural.

Para ello, el Pleno municipal aprobó la contratación de un servicio jurídico para recurrir, a la mayor brevedad posible, la ejecución de proyectos de energía renovables en la localidad, que a día de hoy se cifran en 30 parques eólicos y 186 aerogeneradores, una cantidad que Enrique Rodríguez de Azero, presidente de ACER (Asociación Canaria de Energías Renovables), desmiente categóricamente, entre otras razones porque “un parque tendrá ahora de tres a seis aerogeneradores con una potencia de 2,1 a 3 megavatios, y habrá una distancia de un kilómetro entre cada parque”.

Hay que recordar que el primero que se construyó, en 1998, Finca de Mogán (90% de Endesa y 10% del Ayuntamiento) cuenta con 53 turbinas que producen solo 16,5 megavatios. Arico, con 178 kilómetros cuadrados y 8.000 habitantes, dispone de 19 parques fotovoltaicos y dos eólicos (La Esquina y Finca de Mogán), sin contar que además en su territorio da cabida al Complejo Medioambiental de Tenerife, recogiendo los residuos de toda la Isla.

Ante el presumible rechazo del Gobierno de Canarias a la paralización de los parques que pretende Arico, el Ayuntamiento también decidió poner en conocimiento de las instituciones europeas correspondientes la implantación de parques eólicos y fotovoltaicos sin planificar ni ordenar la ubicación, por si vulneran la normativa europea, tras declarar el Gobierno de Canarias el interés general de tales proyectos desoyendo los informes técnicos municipales, que advierten del atentado ecológico por acumulación de impactos. Todos quieren energías renovables, pero que se generen lejos.

Una decisión unánime que puede llegar demasiado tarde

La decisión tomada por todos los grupos políticos en sesión plenaria de defender el ordenamiento de los parques eólicos en Arico podría haber llegado tarde, porque el Ayuntamiento no alegó en el plazo establecido, como en el caso de La Morra.

La alcaldesa firma el decreto para abrir acciones judiciales contra La Morra

La alcaldesa de Arico, la nacionalista Elena Fumero, decretó el pasado jueves el inicio de un expediente para emprender acciones legales contra el parque eólico de La Morra, que se construye por debajo de la autopista, motivado “por su proximidad a la población costera del municipio”.

En La Morra ya se instaló el primer aerogenerador. DA
En La Morra ya se instaló el primer aerogenerador. DA

Este expediente es la primera consecuencia del pleno del día 25 que aprobó por unanimidad emprender acciones judiciales contra la instalación de energías renovables en zonas pobladas o por debajo de la TF-1, como es el caso de este parque que gestiona la empresa Alas Capital, que ha hecho caso omiso a la recomendación municipal de no instalar molinos de viento en la costa, pese a que la empresa cuenta con los permisos de Gobierno de Canarias, tras obtener el visto bueno del Comité de Inversiones Estratégicas.

El parque eólico de La Morra, situada a unos 350 metros de la urbanización Jardín del Atlántico, en Abades, fue parado por el Cabildo, a instancias de Patrimonio Histórico, tras ser dañado un yacimiento arqueológico en la vía que se abrió para llegar hasta la zona en donde ya se ha levantado el primer aerogenerador de los tres con los que contará, una vez levantada la suspensión cautelar de las obras, al contratar la empresa a un arqueólogo que vigila la no afección de los yacimientos.

Aunque la plataforma Salvemos la costa de Arico se ha movilizado para impedir la construcción del parque de La Morra, este sigue desarrollándose con celeridad, pese al parón de una semana por el citado daño al yacimiento, y una enorme grúa ya trabaja para levantar el segundo y tercer aerogenerador, con una potencia cada uno de ellos de 2,1 megavatios, que aunque no son de última generación, podrán generar más potencia que los 32 que se utilizan en el parque de Finca de Mogán, que pronto cambiará sus obsoletos molinos.

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