Con su habitual maestría y empatía, el músico lanzaroteño Benito Cabrera conquistó a los doscientos privilegiados que asistieron el sábado al estreno, en Arafo, de su nuevo proyecto musical, Canarias: vino al mundo, un recorrido por la historia viajara de nuestros caldos, desde que William Shakespeare los nombrara en sus obras.
En el limitado e improvisado aforo de la Bodega Comarcal Valle de Güímar, casi donde comienza la corona forestal, Benito Cabrera y su ayer sexteto, con cuatro músicos araferos, estrenó un musical-audiovisual que va a dar mucho que hablar, por esa simbiosis vino-música tan arraigada en nuestra tierra. Quien no ha oído eso de “tráigase el timple y echése un vino”, vino a recordar Cabrera, incidiendo en lo parrandero que somos los canarios.
Con una puesta en escena con muy buen gusto, unas imágenes sobrecogedoras de la historia de nuestro vino y mestizaje musical muy bien arreglados, Benito Cabrera emocionó al público arafero, que si de algo sabe es de música…y de vino.
Antes del espectáculo, cuatro de las empresas vinicultoras de la comarca explicaron en unos cuantos minutos las virtudes de sus caldos, desde la propia Bodega Comarcal que comercializa Brumas de Ayosa y Pico Cho Marcial y que dispone de capacidad para almacenar 600.000 litros, más de un millón de kilos de uva, hasta las vecinas y más modestas en tamaño, que no en calidad, Hermanos Mesa, Ferrera o El Borujo, vinos blancos, afrutados y tintos, incluso espumosos, que fueron luego degustados junto a productos tan apegados a la tierra como almendras, higos pasados o quesos tiernos. Los bodegueros reconocieron que tras años de penumbra, nuestros caldos han vuelto a situarse en la élite internacional, con exportaciones a países como Estados Unidos o Japón, por ejemplo.
El espectáculo Canarias: vino al mundo trata de aunar las sensaciones del vino y de la música de raíz, para ofrecer una experiencia curiosa y compleja, que aúne historia, creatividad y por supuesto un buen vaso de vino. Ideado y liderado por Benito Cabrera, los títulos de las canciones hacen referencia a las diversas cepas y tipos de uva, con coplas y estrofas de nueva creación de la escritora Esperanza Arrabé. El cuarteto la compone Benito Cabrera, Tomás Fariña, Ehedey Sosa y Sergio García, al se sumó la voz de la arafera Aridian Rodríguez y los percusionistas, de toneles, Antonio Sosa y Siddhartha Dorta.
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