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El olvido de Fuente Nueva

El caserío entre Arico y Fasnia, a unos 1.000 metros de altitud, sigue reivindicando luz, agua y la mejora de los accesos por carretera
Yoli García señala las torretas de electricidad, a algo más de 100 metros de su vivienda, una de las más alejadas en el caserío de Fuente Nueva. Norchi

Hay pocos núcleos o caseríos en Tenerife que en pleno siglo XXI no cuentan con luz o agua potable. Sin embargo, en este sentido, Arico se lleva la palma, pues tiene en su seno varios que hoy no disponen de esos dos elementos fundamentales para no terminar desapareciendo: Fuente Nueva, Los Jorges, Los Bubangos o Madre del Agua son zonas donde el agua y la luz no llegan; casi dos centenares de casas y fincas, que la alcaldesa Elena Fumero llegó a llamar “cuartos de aperos”, siguen reivindicando, sin éxito por lo pronto, esos servicios fundamentales.

Hoy traemos el ejemplo de Fuente Nueva, un caserío compuesto de una treintena de viviendas, casi todas construidas hace más de un siglo y alguna de ellas aprovechando las cuevas del terreno, en la que todos pagan contribución, si bien solo una de ellas (por una pareja extranjera con un niño de un año) está habitada permanentemente, mientras que el resto se ocupan los fines de semana o ahora en verano, cuando muchos son los que siembran la exquisita papa negra que se da en la comarca, a 1.000 metros de altitud, en el linde entre Arico y Fasnia, y pasan casi todos los días en sus propiedades.

A Fuente Nueva se llega hoy por el municipio de Fasnia, por una pista asfaltada y sinuosa, muy peligrosa por los desprendimientos, que se convierte en tierra cuando pasa el barranco que marca el linde con Arico.

Yolanda García, la voz del centenar de miembros del colectivo vecinal y de la Asociación de Agricultores de Fuente Nueva, recuerda que “Carlos Alonso, el presidente del Cabildo, estuvo aquí el 7 de noviembre de 2015, se comprometió a acondicionarlo a través de la Consejería de Agricultura, pero estamos esperando una nueva visita del consejero Jesús Morales, porque solo han arreglado en la parte alta las pistas que van a la corona forestal, aunque nos dicen que el dinero, más de 100.000 euros, está guardado para abordar el acceso por Arico”. “Es el Ayuntamiento de Arico el competente en esa vía -detalla-, pero no hace nada, porque afirman que el terreno es privado y el secretario informaría negativamente”, aunque García añade que “hay suelo público y vías sin asfaltar que podrían rehabilitarse, pero la alcaldesa y el grupo de gobierno dicen que tienen otras prioridades, mientras nosotros tratamos de parchear el camino con cemento”.

Yoli García subraya la necesidad de mejorar las pistas municipales y la red de riego, porque “mucha gente quiere cultivar, pero así es imposible seguir manteniendo las huertas y terminan abandonándose”. Aparte de que Jesús Morales, según comenta, se comprometió a “valorar la llegada del agua potable, que hay varias alternativas”, si bien habría que cambiar la calificación del suelo de protección paisajística para construir el depósito al que aspiran los vecinos, muy cerca de la casa que heredó Yoli García de su bisabuelo, “cuando Fuente Nueva tenía más habitantes que La Zarza”, afirma.

“Hoy son servicios imprescindibles si no queremos que desaparezca Fuente Nueva. Sin agua, sin luz y sin carretera no podemos vivir aquí y somos muchos los que hemos tenido que buscar un alquiler en Fasnia o Arico, a pesar de tener nuestros hogares en Fuente Nueva”.

Yolanda García González señala, a poco más de 100 metros de su casa, una torreta de alta tensión, y, con aire de desconsuelo, comenta que “desde junio de 2010 contamos con un proyecto visado por el Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales para llevar la luz hasta el caserío por 70.000 euros, pero tampoco le vale al Ayuntamiento que, asimismo, tiene el expediente de un proyecto de 140 o 170.000 euros”. Aunque también le ha dado largas, “porque no se puede disponer del dinero del canon, sino que tiene que esperar a la aprobación del presupuesto y en este no ha entrado”, relata con amargura la vecina, quien insiste en que “no entiende cómo lo aprueban en los plenos y luego no lo ejecutan”, pese a que desde 2015, en distintas sesiones plenarias, se acordaron esas actuaciones de servicios básicos “como una prioridad”.

Los técnicos del Ayuntamiento de Arico sí aceptan que del remanente positivo se pueda invertir en carreteras o en agua potable, pero no en electrificación, algo que también le ha sido contestado a los vecinos de Fuente Alta por parte del Diputado del Común.

Desde el Ayuntamiento de Arico se les ha comentado a la Asociación de Agricultores de Fuente Nueva, con respecto a la demanda de agua potable, que “se va a comprar un solar que hay disponible para construir un pequeño depósito, aunque Aqualia alega que la carretera no está acondicionada y que cuando aprobaron el contrato con el Ayuntamiento no entró Fuente Nueva”.

Ante la ausencia de servicios básicos, a lo que también se suma la inexistencia de recogida de basura, el despoblamiento de los caseríos como Fuente Nueva, en lo alto de Arico, es continuo, quedando hoy como un reducto de pequeños agricultores que esperan a la próxima cosecha de papas negras como alivio a las penas de vivir sin agua y sin luz.

Yoli García se queja de que los acuerdos plenarios no se cumplan

Andrés Martínez, concejal de Hacienda del Ayuntamiento de Arico, explicaba la semana pasada que las demandas de Fuente Nueva no habían entrado en el borrador del presupuesto de este año porque “se atenderían con el remanente positivo”, ante la decepción de Yoli García, de la Asociación de Agricultores del caserío, quien insiste en que “llevan mintiéndonos más de 10 años”, los que ella lleva luchando para que llegue la luz y el agua, recordando que en dos plenos de este mandato se aprobó atender las demandas de los vecinos, “pero no ejecutan los acuerdos”, señala.

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