puerto de la cruz

Carmen Pestano, la estudiante portuense que participó en el debate Hillary-Trump

Una joven portuense participó en el debate Hillary-Trump tras ser elegida entre las mejores alumnas de la Universidad de Hofstra, donde se graduó con un ‘cum laude’ y el premio a la mejor tesis
Carmen tiene claro que al finalizar el máster y el doctorado quiere trabajar como asesora o consejera de una ONG. Fran Pallero
Carmen tiene claro que al finalizar el máster y el doctorado quiere trabajar como asesora o consejera de una ONG. Fran Pallero

El 26 de septiembre de 2016 es una fecha que a Carmen Pestano no se le va a olvidar jamás. Esta joven portuense cumplió un deseo que no lo imaginó ni en sueños: estar presente en el primer debate de los entonces candidatos presidenciales Hillary Clinton y Donald Trump en el campus de la Universidad de Hofstra en Hempstead, Nueva York, donde estudió la carrera de Ciencias Políticas.

Lo consiguió porque entró en un sorteo entre los mejores estudiantes de cada facultad. Le llamó la atención el nivel de seguridad que se implementó durante el evento, que comenzó a las nueve de la noche pero en el que debían estar desde las tres de la tarde para pasar los correspondientes controles. “Nos llevaron a una localización secreta fuera del campus que desconocíamos hasta que llegamos allí. Nos dieron una cena que compartimos con senadores, congresistas y muchas de las personas que asistieron al debate”, cuenta.

Ella se decantaba más por Hillary Clinton, como la mayoría de sus compañeros de facultad. Sin embargo, confiesa que le impresionó mucho ver en directo las respuestas de uno a otro y el diálogo que establecieron “aunque los argumentos de Donald Trump no fueran tan sólidos ni consistentes, porque el debate lo ganó ella”, subraya. Carmen estudió en el colegio público San Antonio y en el IES Telesforo Bravo. Desde los siete años jugó al tenis en el Club Oceánico del Puerto de la Cruz y luego en el Wiki Team, también ubicado en la ciudad. Desde el instituto tenía claro que quería estudiar Ciencias Políticas y gracias a resaltar en el mundo del tenis, consiguió una doble beca de la citada universidad, una académica y otra deportiva.

Tras enviar solicitudes a varios centros educativos y ser aceptada por ocho, eligió Hofstra por su proximidad a Nueva York y por haber sido sede de los dos debates presidenciales anteriores. No obstante, dice que hubiese estudiado la misma carrera en España de no haberlo conseguido en Estados Unidos.

La joven eligió Hofstra por ser la sede de los últimos debates presidenciales. DA
La joven eligió Hofstra por ser la sede de los últimos debates presidenciales. DA

La joven formó parte del equipo de tenis universitario. Tenía que entrenar todos los días, jugar los fines de semana y asistir a clase. “Tiempo para estudiar tenía pero no para dormir lo suficiente”, dice, aunque siempre se intentaba hacer un hueco para salir con sus amigos.

Con tan solo 21 años se graduó con un Magna cum laude en Ciencias Políticas y obtuvo el premio a la mejor tesis en Humanidades de su facultad. Para conseguirlo necesitó una nota media, la recomendación de dos profesores y escribir una tesina que solo pueden elaborar determinados estudiantes, aquellos que han sido recomendados por sus docentes.

Su tema versó sobre la crisis de los cayucos en Canarias con especial énfasis en las políticas desarrolladas por la Unión Europea y por el Gobierno regional. Es la línea de investigación que seguirá y que comenzó también gracias a una beca que le dio la universidad. El verano pasado la profesora que avaló su investigación estuvo en Tenerife para profundizar en este asunto y entrevistar a diversos profesionales y responsables políticos. En breve publicarán un artículo en una revista de estudios políticos.

Carmen Pestano. Fran Pallero
Carmen Pestano. Fran Pallero

Le quedan pocos días para irse a París a hacer un máster en política europea en una facultad integrada en La Sorbona, la universidad más prestigiosa de Francia y una de las más reconocidas del mundo.

El primer año debe asistir a clases y el segundo realizar prácticas en empresas y en el Parlamento Europeo. Su objetivo es conseguir entrar en este último e irse a vivir a Bruselas seis meses mientras escribe la tesis. A largo plazo, tiene pensado hacer el doctorado, seguir publicando artículos e investigando. También tiene claro que quiere trabajar como asesora o consejera de alguna ONG.

Cuando comenzó a estudiar, su idea era ingresar a la ONU. Pero a medida que fue profundizando, ésta se fue desvaneciendo porque se dio cuenta de que no era lo que parecía. “El papel de los organismos internacionales en su mayoría es simbólico”, asegura. Habla con soltura de los conclitos internacionales de Venezuela y Corea del Norte. En este último, se atreve a vaticinar que “no llegará a explotar. Creo que no tiene las capacidades militares como para concretar amenazas, en cambio Estados Unidos sí, incluso más de lo que nosotros sabemos”, apunta.
Hija de padre filólogo y madre funcionaria, defiende el modelo de acogida de inmigrantes implementado por Canadá, “el más exitoso y uno de los países que más refugiados tiene, porque su llegada está cofinanciada por el gobierno y la familia con la que viven, y por lo tanto, “la integración es total”, resalta.

“Hasta los países de Oriente Medio tienen mayor número de refugiados que muchos de Europa, aunque no digo en qué condiciones”, aclara. Incluso, uno pequeño y pobre como Yemen, tiene casi medio millón.

Carmen opina que hay que romper la barrera del miedo con los refugiados, y la mejor manera de hacerlo es con educación. Ella es un claro ejemplo de que ésta es la mejor arma para conseguir cualquier objetivo.

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