La licitación de las ruinas de la iglesia de San Agustín se retrasa a final de año

Aunque la previsión, a principios de año, del Ayuntamiento de La Laguna era poder sacar a licitación las obras de consolidación de las ruinas de la antigua iglesia de San Agustín después de este verano, al final la burocracia ha retrasado el proceso hasta final de año, con lo que lo más probable es que las ruinas no se puedan abrir al público a principios de 2018, como era la intención inicial.

Según explicó la concejal de Patrimonio, Candelaria Díaz, desde el área estaban pendientes de la recepción de la resolución de la Comisión insular de Patrimonio sobre este proyecto, que, según indicó, parece que recibirán por fin la próxima semana y que será favorable.

Este documento es imprescindible para sacar a licitación el proyecto. De momento, “ya tenemos los pliegos técnicos preparados, los administrativos están redactándose y ahora lo vamos a meter en contratación para empezar a tramitar la licitación”, apuntó el edil. Sin embargo, Díaz reconoció que el área de contratación del Ayuntamiento “está un poco bloqueada”, porque tienen muchos contratos, por lo que no cree que el proyecto pueda estar licitado y adjudicado hasta final de año.

En consecuencia, esto hará que la previsión inicial de que estas obras comenzaran durante el último trimestre de este año, para poder abrir las ruinas al público en enero de 2018 o, como mucho, a lo largo del próximo primer trimestre, no se va a poder cumplir. En este sentido, aunque aún no se conoce la duración exacta de los trabajos, que prevén que sean sencillos, lo más probable es que la apertura se alargue durante el primer semestre como mínimo.

La antigua iglesia quedó destruida en un incendio que se produjo el 2 de junio de 1964, por lo que la tarea principal a realizar es asegurar y consolidar los muros y columnas para garantizar la seguridad.

Casi 800.000 euros

Estos trabajos, por un importe cercano a los 800.000 euros, y de los que el Cabildo pone la mitad, consistirán en la consolidación de esta estructura y la instalación de un suelo provisional, según explicó la concejal el año pasado. Con posterioridad, se colocarán piezas de hormigón “para no pisar el suelo de las ruinas porque hay que hacer unos estudios arqueológicos”, señaló la edil. Asimismo, con estas piezas “se plantea hacer mobiliario urbano, como bancos, incluso un escenario para actuaciones”, apuntó. También se dejarán espacios sin cubrir para ver los restos originales.