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“La Manada somos nosotras”: la calle se llena de mujeres indignadas por la sentencia

El motivo es que dicha sentencia considera que no se cometió violación contra la joven, sino solo abusos sexuales.
Imagen de archivo de la manifestación que tuvo lugar en Santa Cruz de Tenerife a finales de abril contra la sentencia de La Manada. | Foto: Andrés Gutiérrez

FOTOS ANDRÉS GUTIÉRREZ

El movimiento feminista lo había avisado. Habría respuesta en las calles si la sentencia contra La Manada no era lo suficientemente contundente. El fallo del tribunal, que solo contempla el abuso sexual y no la violación, ha sentado como un jarro de agua fría y miles de indignados e indignadas salieron ayer a la calle para expresar su disconformidad con la decisión de la Audiencia Provincial de Navarra.

“Hermana, yo sí te creo”, cantaron las calles de Madrid y de toda España. La víctima de La Manada no está sola, las manifestantes están con ella. Muchas ciudades se tiñeron de morado para apoyar con gritos y protestas a la joven que sufrió el abuso sexual de cinco hombres aquella madrugada del 7 de julio de 2016. La convocatoria de una concentración frente al Ministerio de Justicia, en Madrid, fue el culmen de una jornada empañada por la sentencia que condena a los cinco sevillanos. Las voces de las mujeres que salieron a la calle clamaron contra una denuncia desgarradora. “No es abuso, es violación”, gritaron. Los cánticos se sucedieron entre gritos de “vergüenza”. “Si no dijo nada también es violación”, corearon unas orgullosas feministas frente al edificio del Ministerio. “Sola, borracha, quiero llegar a casa”, un alegato convertido en grito de guerra.

En Santa Cruz de Tenerife, centenares de personas se manifestaron en una concurrida plaza de Weyler bajo el lema Nosotras somos la manada. No es abuso, es violación, convocadas por la Plataforma Feminista 8M Tenerife y varios colectivos feministas. Lo mismo ocurrió en Las Palmas de Gran Canaria, en protesta por el fallo de la Audiencia de Navarra.
El descontento existente ya se había demostrado durante todo el día a las puertas del juzgado en Pamplona. “No es abuso, es violación”, era la unánime consigna. Centenares de personas, muchas de ellas exhibiendo manos rojas, símbolo contra las agresiones sexistas, se concentraron repitiendo la consigna del “yo sí te creo”, en apoyo a la víctima.

Más información en páginas 18 y 19

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