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Arona concede la primera licencia para construir un hotel en El Mojón

Tenerife Blue Village, del Grupo Marylanza, que lidera el presidente de la patronal hotelera, obtiene la autorización tras 15 años sin un permiso para un complejo de cinco estrellas en el municipio
El alcalde, José Julián Mena (derecha), y el concejal de Urbanismo, Luis García, en una reciente visita a El Mojón. DA
El alcalde, José Julián Mena (derecha), y el concejal de Urbanismo, Luis García, en una reciente visita a El Mojón. DA
El alcalde, José Julián Mena (derecha), y el concejal de Urbanismo, Luis García, en una reciente visita a El Mojón. DA

El Mojón despega. El Ayuntamiento de Arona aprobó ayer en Junta de Gobierno la concesión de la primera licencia urbanística para la construcción del primer hotel en una de las bolsas de suelo de mayor valor estratégico del Sur, que se extiende sobre una superficie de casi un millón de metros cuadrados a la entrada de Los Cristianos. El desbloqueo, en abril, de los terrenos del Plan Parcial por parte del actual equipo de gobierno, después de 25 años paralizado, abre la puerta a la materialización de las inversiones privadas que, según las previsiones del Ayuntamiento, superarán los 350 millones de euros.

El Tenerife Blue Village, de Inversiones Marylanza S.L., cuyo consejero delegado es el presidente de la patronal hotelera tinerfeña, Jorge Marichal, es el primer establecimiento que recibe el permiso municipal para edificar un hotel que lleva la firma de Carlo Garrone Merlo, del Taller de Arquitectura Domus. De esta manera, Arona recupera el tren de los hoteles de lujo con la primera concesión de una licencia a un complejo de cinco estrellas en los últimos 15 años.

Una segunda compañía, Spring Hoteles, también recibirá próximamente la licencia correspondiente para proceder al desmonte de los terrenos que adquirió para construir un hotel de 525 habitaciones sobre una parcela de 62.000 metros cuadrados con un desembolso de 85 millones de euros.

Serán los dos primeros establecimientos de una decena aproximadamente, de cuatro y cinco estrellas, que se prevé levantar en estos cotizados terrenos del sur de Tenerife que también albergarán una ciudad jardín en la zona más próxima a la autopista e importantes establecimientos comerciales. Además de las potentes inversiones privadas, un porcentaje de suelo se destinará a uso público, tal como estipula la ley, que corresponde ejecutar a la Junta de Compensación.

En ese sentido, como ya adelantó este periódico, se crearán dos parques públicos, que suman 53.000 metros cuadrados, situados en la zona central de la urbanización y que han sido diseñados de forma consensuada entre los técnicos de la Junta de Compensación y los del Ayuntamiento de Arona. Ambos espacios, en los que las máquinas trabajan desde hace más de tres meses, dispondrán de abundante vegetación para crear zonas de sombra, láminas de agua, fuentes e iluminación, zonas infantiles, áreas para practicar gimnasia y deportes al aire libre y un pequeño recinto para la celebración de eventos. El Plan Parcial de El Mojón era una de las grandes asignaturas pendientes del municipio. La falta de acuerdo entre la Junta de Compensación y los anteriores grupos de gobierno, unida a la inseguridad jurídica en Arona y a la crisis económica, mantuvo paralizado durante un cuarto de siglo el desarrollo de la zona.

“Era uno de los grandes problemas urbanísticos que heredamos y que nos propusimos resolver”, manifestó a este diario el alcalde de Arona, José Julián Mena, que destacó el valor estratégico del suelo para “crecer turísticamente de una manera sostenible, con hoteles de alto nivel, grandes espacios y dotaciones públicas, lo cual generará inversiones, empleo y riqueza para nuestros vecinos”.
Por su parte, el concejal de Urbanismo, Luis García, aseguró que la concesión de la primera licencia “supone confirmar el intachable trabajo que inició hace tres años el actual grupo de gobierno para ampliar las posibilidades de nuestro municipio como espacio y territorio de oportunidades”.

El edil recordó la “mala planificación y gestión del territorio en años pasados”, lo que, a su juicio, ha provocado inseguridad y problemas de legalización y desarrollo de proyectos futuros. Un futuro que califica de “esperanzador” después de la normalización de la gestión de El Mojón, la licitación definitiva del Plan General de Ordenación y la resolución de otros ámbitos urbanísticos.

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