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Calaf: “La posverdad son las mentiras de toda la vida con nuevas herramientas”

La periodista fue la encargada de inaugurar el II Congreso Internacional de Periodismo en el marco de la Universidad de Verano de Adeje
La veterana periodista Rosa María Calaf, ayer durante su intervención en Adeje. DA
La veterana periodista Rosa María Calaf, ayer durante su intervención en Adeje. DA
La veterana periodista Rosa María Calaf, ayer durante su intervención en Adeje. DA

La periodista Rosa María Calaf fue la ponente encargada de inaugurar el II Congreso Internacional del Periodismo Histórico Canario: Historia y Comunicación Social en la Macaronesia, que se desarrolla en el marco de la Universidad de Verano de Adeje. La ponente ofreció una visión personal del periodismo actual y se refirió específicamente a la posverdad. Calaf explicó que, aunque parezca una palabra nueva, realmente “la posverdad son las mentiras de toda la vida, en un contexto diferente y con unas herramientas distintas”.

La veterana periodista señaló que existe la falsa idea de que la proliferación de noticias no auténticas es novedosa, cuando, indicó, ya hay testimonios como el del rey Carlos II de Inglaterra, en 1762, que promulgó un edicto para acabar con las noticias falsas que se difundían sobre la corona en las tabernas. “Ya ven de cuán lejos viene esto. Él propuso cerrar las tabernas y los legisladores del siglo XXI proponen lo mismo: cerrar, en este caso, las redes”.

La posverdad apela a la emoción y a las creencias personales y eso no es tan novedoso. “Lo que sí cambia es que su distribución y amplificación son mayores, gracias a una tecnología que permite un mayor impacto y a una gran velocidad apoyado por técnicas más propias del marketing”.

“Lo preocupante es que ya hay demasiados ejemplos de cómo la posverdad ha sido determinante en decisiones de calado: el brexit, la presidencia de Trump, las elecciones italianas o el proceso catalán, por citar algunos”, indicó Calaf.

“De este modo”, continuó señalandio, “se da pábulo a un discurso muy demagógico basado en verdades a medias. Y ello provoca que, finalmente, la ciudadanía termine votando por una serie de opciones políticas que, realmente, van en contra de sus propios intereses. Por supuesto, las personas votan libremente, pero basando su decisión en unos hechos que no son rigurosos”. Como ejemplo citó a Donald Trump, “que venció prometiendo a sus compatriotas recuperar el sueño americano. Pero, ¿quién sino los empresarios como él fueron los que causaron la crisis previa?”, se preguntó.

Calaf señaló que, además de un interés ideológico, detrás hay un modelo de negocio mediante el cual la ciudadanía proporciona voluntariamente sus datos personales. Y en ese punto, recordó el caso de las interferencias de Putin en las elecciones americanas, el escándalo de Cambridge Analytics y la recién te comparecencia de Mark Zuckenberg ante los parlamentos estadounidense y británico. “Si las pocas empresas que dominan la posesión de los datos no dicen con qué criterios crean sus algoritmos para mostrar información a los usuarios, ¿cómo podemos estar seguros de que hemos elegido libremente lo que vemos y no hemos sido inducidos por esas empresas?”, cuestionó la ponente.

Rosa María Calaf abogó por la necesidad de que la ciudadanía despierte y sea más crítica y selectiva con la información que consume. “Que recuerde que, de igual modo que paga más por unos zapatos mejores, hay productos informativos de todas las calidades y no todo lo gratis es, en este caso, inocente”, comentó.

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