Caos y pánico se produjeron durante dos horas en el Hospital de Nuestra Señora de Candelaria (Hunsc) tras declararse un incendio en Urgencias Pediátricas, supuestamente provocado por una mujer de 51 años detenida poco después. Los enfermos de Urgencias y de la primera planta del centro sanitario tuvieron que ser evacuados al exterior y fueron atendidos en plena carretera, en una escena insólita del hospital que ya queda grabada en la memoria colectiva de los tinerfeños.
Aquellos enfermos encamados que no podían ser retirados de manera inmediata tuvieron que permanecer cubiertos con mantas en sus habitaciones, mientras el fuego era combatido por todo el parque móvil de bomberos de Tenerife desplazados al Hunsc, acompañados por unidades policiales y de emergencias. Las escenas de preocupación y nerviosismo de pacientes y familiares se sucedieron durante la noche hasta que el fuego quedó extinguido poco antes de las 23.00 horas, tras ser sofocado y ventilado. Varias camas y cunas de Pediatría resultaron quemadas como consecuencia del incendio y, por fortuna, no se registraron daños personales. Los evidentes desperfectos materiales del siniestro plantearon ayer la necesidad de trasladar buena parte de los enfermos hospitalarios a otros centros, incluso se montó un hospital de campaña.
El origen de las llamas se debió, según las primeras versiones que anoche continuaban siendo investigadas, a la explosión de una bomba de oxígeno, que al parecer estalló al entrar en contacto con un mechero encendido por la sospechosa (a la que (sin que hubieran confirmación de estos extremos) se le atribuía anoche, por parte de varios testigos, una actitud de incomodidad al no haber sido atendida como deseaba. La eficaz actuación de los bomberos impidió una auténtica tragedia en el centro hospitalario que, a juzgar por las concurridas escenas en el exterior, contaba con una numerosa afluencia de pacientes en Urgencias, que resultaron presas de la alarma general cuando el fuego se declaró y se decretó el nivel de emergencia exigido para evitar males mayores.