El proceso de descontaminación del terreno en el que se filtraron 30.000 litros de fueloil el sábado en el Polígono Industrial del Valle de Güímar (Tenerife) “es complejo y llevará su tiempo”, tal y como confirmó a la SER el jefe del Servicio de Contaminación de Aguas y Suelo del Gobierno de Canarias, Alberto Blasco, sobre todo, porque el suceso se ha producido sobre una ladera.
Lo ocurrido vino originado por la rotura de uno de los depósitos de una empresa de la zona que “había pasado todos los controles del Ministerio de Industria”, añadió Blasco. Tras descartarse la contaminación marina, la situación en tierra es diferente, ya que “el material pastoso” se encuentra concentrado en un mismo lugar.
Aunque descontaminar el terreno no será cuestión de una semana, el Gobierno canario pretende que los trabajos no se alarguen durante meses, ya se están llevando a cabo por la vía de urgencia, tras contratarse a la empresa Tragsa para hacerlos, y que casi con total seguridad tendrá que asumir la empresa Ropa Rest, causante del derrame y a la que se le ha abierto un expediente sancionador.
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