puerto de la cruz

Deben desalojar sus casas en Punta Brava ante el riesgo de derrumbe

Los nuevos estudios geotécnicos han detectado una importante grieta en una de las cuevas que se encuentra debajo de las casas
Desalojo en Puerto de la Cruz. / FRAN PALLERO

Las obras de la calle Tegueste, en el barrio portuense de Punta Brava, han sufrido un revés de estabilidad que ha obligado al grupo de gobierno a desalojar a 11 viviendas y 21 vecinos, que serán hospedados en inmuebles sufragados por la Administración local.

Los afectados son los habitantes de las viviendas comprendidas entre los números 21 y 35 de la citada vía, que tienen de plazo hasta hoy a las 18.00 horas para desalojarlas y permanecerán fuera de ellas por un mínimo de dos meses. Así se les comunicó ayer durante una reunión en el Ayuntamiento, a la que acudieron el alcalde, Lope Afonso; los concejales de Urbanismo y Bienestar Social, Juan Carlos Marrero y Víctor Cabo, respectivamente; el Jefe de la Policía Local; técnicos municipales; representantes de los distintos grupos de la Corporación y miembros de la Plataforma de Vecinos Tegueste-Punta Brava.

Fue el arquitecto técnico municipal quien explicó los problemas surgidos en el transcurrir de las obras, comenzadas el 26 de julio, y que no guardan relación con los episodios vividos entre mayo de 2015 y 2016. Se trata de unas nuevas grietas que aparecieron el lunes 10 de septiembre y que fueron creciendo a lo largo de ese día y del posterior. Ello obligó a la dirección facultativa de la obra a realizar una visita urgente el miércoles junto con los técnicos y los responsables municipales.

Ese mismo día se decretó la paralización de los trabajos hasta la obtención de los informes exhaustivos que indicaron las posibilidades de actuación, y que tuvieron fecha de entrada ayer en el Consistorio.

El miércoles se convocó el primer encuentro con los afectados para trasladarles la situación y se puso en marcha el protocolo necesario para notificarles a todos ellos la necesidad de buscar viviendas que pudieran albergarlos en caso de que se decretara la urgencia, como finalmente se confirmó.

Esta tarde, cuando todos los vecinos hayan salido de sus casas, se precintará más de 70 metros de vía para dejar el fin de semana sin actividad ni paso de transeúntes y mantener la vía controlada por los facultativos correspondientes, con el fin de hacer un seguimiento a las grietas existentes. Si todo transcurre como está previsto, las obras continuará el lunes anteponiendo la seguridad ante cualquier otro aspecto, algo que recoge el decreto de Alcaldía firmado ayer.

Apoyo y asesoramiento

Los equipos jurídicos de Urbanismo y el de trabajadoras sociales, junto a los ediles de Urbanismo y Bienestar Social, atendieron a todos los afectados continuando con el expediente que les permitirá estar asesorados y apoyados en todo momento por los técnicos y responsables políticos.

El alcalde, Lope Afonso, señala que el Gobierno “ha querido ser muy prudente con los problemas encontrados. Una vez que hemos tenido los informes, hemos procedido a comunicar a todos los vecinos los problemas encontrados llevando a la citada reunión las soluciones a los mismos, reafirmando el apoyo moral, técnico y económico a todos ellos, de la misma manera que se hizo en marzo de 2015 y noviembre de 2016”.

Por su parte, el edil responsable de Urbanismo, Juan Carlos Marrero, reconoce que se vivieron unos días “de mucha incertidumbre pero con la tranquilidad y garantías de tener a un gran equipo técnico que ha sabido dar a la perfección soluciones a los problemas existentes”.

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