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Cinco monjes tibetanos inician en Güímar una gira benéfica por la Isla

La plaza del Ayuntamiento se ha convertido desde el lunes en un pequeño templo y mercadillo budista hasta esta tarde que se disolverá el mandala de arena de colores

 

La alcaldesa fue invitada a comenzar a realizar el mandala de arena / FRAN PALLERO

Cinco monjes tibetanos comenzaron el lunes en Güímar una gira benéfica en Tenerife que les llevará además a Adeje y a La Orotava. Los cinco monjes pertenecen al monasterio de Sera Ye, que data el 1419, fue reconstruido en la India después que el antiguo fuera desmantelado tras las sangrientas revueltas de 1959, cuando ya los budistas tibetanos se habían exiliado en la India, tras la invasión de su país por China, entre ellos el Dalai Lama.

Las jornadas sobre meditación, sonoterapia y yoga están organizadas por Ghe Pel Ling Canarias – Centro de Estudios de Budismo Tibetano Mahayana, y se mantendrán hasta esta tarde en la plaza del Ayuntamiento de Güímar tras la disolución del mandala de arena que comenzaría a realizarse el lunes, con presencia de la alcaldesa, Carmen Luisa Castro, encantada con la iniciativa en su municipio.

Durante los tres días de visita a Güímar, los cinco monjes tibetanos y su acompañante Antonio, del Ghe Pel Ling Canarias, han realizado meditación guiada y sonoterapia con cuencos tibetanos, así como una sesión de Kum Nye-Yoga tibetano, siendo complementadas con un mercadillo de artesanía tibetana alrededor de la propia plaza, así como una exposición de fotografías inéditas, aunque, si algo cabe destacar, es la realización del mandala de arena de colores que esta tarde pondrá fin con el depósito de las arenas de colores en la fuente del Jordán en el centro de la plaza del Ayuntamiento.


«Sera Ye es uno de los tres principales monasterios reconstruidos en India bajo la guía de su Santidad el XIV Dalai Lama después de la ocupación del Tíbet por parte de la China en 1950, y acoge en la actualidad alrededor de 5.000 monjes, los cuales suelen realizar giras por otras partes del mundo brindando conocimiento y así recaudar dinero con el que poder sustentarse, ya que los monasterios existentes a veces viven situaciones económicas complicadas» – tal y como relataba el monje Lobsang Chôpel.

La alcaldesa Luisa Castro, tras recibir la Kata (una mascada o pañuelo de seda blanca), aprovechaba la inauguración de las jornadas para agradecer encarecidamente “darnos este regalo para Güímar, donde los acogemos con el corazón. Vivimos en un mundo tan rápido que a veces necesitamos una ayuda como la que vamos a tener estos días para hacernos reflexionar, ya que es bueno abrir nuestro corazón y nuestra consciencia espiritual para traer la paz y la concordia de todos. En nombre del Ayuntamiento y de Güímar muchas gracias por este regalo, esperando que se sientan como en casa y poder verlos en otro momento en la Isla”.

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