los realejos

El cura del Toscal-Longuera utiliza la misa para hacer política

Tras la celebración de la eucaristía en honor a Nuestra Señora de Guadalupe, patrona de la iglesia, se proyecta un vídeo sobre las demandas parroquiales trasladadas al Ayuntamiento
Parroquia Nuestra Señora de la Virgen de Guadalupe, en el Toscal Longuera. DA

Lo anunció y cumplió. El párroco de la iglesia Nuestra Señora de la Virgen de Guadalupe del Toscal Longuera, en Los Realejos, Gabriel Benítez, publicó en la página web y en el facebook de la iglesia, así como en el suyo personal, que ayer, después de la eucaristía para celebrar el día de la patrona, se iba a proyectar un vídeo sobre las demandas parroquiales trasladadas al Ayuntamiento.

Pero lo que más llama la atención es el párrafo final de la convocatoria: ‘¡Seguimos en la lucha por un barrio Toscal-Longuera mejor! El municipio no es solo el Alto y el bajo. Toscal-Longuera existe’, una reivindicación más propia de una asociación de vecinos o de cualquier otro colectivo social que de la comunidad eclesiástica.

Este periódico contactó con Gabriel Benítez para especificar el tipo de demandas al que se hace referencia, ya que llama la atención junto al anuncio las imágenes de la Hacienda de la Gorvorana, un inmueble del siglo XVIII que se encuentra en un avanzado estado de deterioro y que el Ayuntamiento ha prometido que rehabilitará a través de concurso público con una inversión de más de tres millones de euros.

Sin embargo, el sacerdote prefirió no hacer declaraciones hasta no recibir la correspondiente autorización del Obispado de Tenerife.
Al alcalde del municipio, Manuel Domínguez, le ha “molestado mucho” el anuncio y la posterior proyección del material, y define como “una falta de respeto” y un “exceso de celo” la actitud del cura. “Hay que diferenciar las responsabilidades de cada uno. Yo tengo claro cuáles son los límites de mis competencias y dónde puedo actuar y dónde no. Entiendo, defiendo y respeto, que cada uno se pueda preocupar por el lugar en el que vive y trabaja, pero considero que todo tiene un límite”, declara.

El mandatario comenta que la semana pasada habló con Gabriel Benítez a través de facebook con motivo de la publicación de unas imágenes de los daños que se habían producido en la plaza de la iglesia y le dijo que tenían que sentarse a hablar para solucionar el problema. “Por eso mi sorpresa ante esta manifestación pública a través de una convocatoria cristiana que quiso aprovechar para hablar de política”.

El alcalde trasladó su queja al Obispado, ya que que considera que ambas instituciones “están para ayudarse y más en mi caso, que soy creyente y practicante. Creo que la responsabilidad de ambos es la de velar por los intereses de la ciudadanía y no enfrentar posturas”, subraya.

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