“Importantes retenciones tras una colisión en cadena en los túneles de Güímar”; “cinco heridos al chocar, al menos, tres vehículos dentro del túnel de Güímar”; “un brutal accidente de tráfico ocurrido a la altura del kilómetro 24, en la TF-1, justo a la salida de los túneles de Güímar, sentido la capital”. Son algunos de los titulares que hemos podido leer este año en las páginas de sucesos, con accidentes ocurridos en los túneles de Güímar, cuyas consecuencias suelen ocasionar grandes retenciones al no disponer de vías auxiliares cercanas.
Ante esta problemática, el Cabildo ya estudia reducir la velocidad en el interior de los túneles, donde ahora se puede circular a 120 km/h. La reducción es una medida que deberán tomar los técnicos de la Dirección General de Tráfico, aunque nunca será inferior a 80 km/h ni superior a 100 km/h. “Estamos trabajando en reconfigurar varios tramos de la Isla, incluido el de los túneles de Güímar. Tenemos que dar un repaso, como hicimos con la curva de Las Caletillas, en El Sauzal o Las Teresitas”, comenta Ofelia Manjón, directora insular de Carreteras.
Sin embargo, no se ampliará la vía auxiliar TF-616, que pasa por la costa de Agache (La Caleta, Punta Prieta, Santa Lucía…), para unirla a El Puertito de Güímar, al ser imposible, según los técnicos de Carreteras del Cabildo.
Ofelia Manjón señala que “ya en su día el Ayuntamiento de Güímar y los vecinos de la zona solicitaron al Cabildo que la senda peatonal que pasa al lado de los túneles, por la costa, se convirtiera en una carretera, pero esa senda no tiene los parámetros ni está habilitada para transformarla en carretera con la normativa actual del siglo XXI”, detalla la directora insular de Carreteras.
Manjón, además, manifiesta que la TF-616, vía de 4,3 kilómetros paralela a la autopista que va desde Punta Prieta a El Tablado, “es una carretera que tiene serios problemas de desprendimientos, sobre todo en Santa Lucía, donde han caído piedras en casas que están justo en la carretera o en una gran cueva que hay allí. El problema para intervenir es que la ladera es privada y estamos a la espera de que el Ayuntamiento de Güímar termine el proyecto que ha encargado para conveniarlo y poder realizarlo, aunque es un tema muy delicado”.
Sobre las quejas de la alcaldesa, Luisa Castro, sobre la imposibilidad de unir la TF-616 con la TF-617 que sube a El Escobonal como aliviadero en caso de retenciones en la TF-1, Ofelia Manjón señaló que “si hay un prohibido de girar, será que está fundamentado”.
Sobre este asunto, la regidora municipal, Luisa Castro, recuerda que “no se entiende que no haya posibilidad de subir a La Medida o El Escobonal cuando vienes del Sur desde el puente de Punta Prieta, el peor puente de Tenerife, con lo que eso significaría para salvar las retenciones cuando hay accidentes en los túneles, por ejemplo”.
Airam Puerta, exconcejal de Urbanismo y portavoz socialista en el Consistorio, es de la misma opinión y recuerda que en julio de 2018 se trasladó al Cabildo una moción aprobada por unanimidad exigiendo ese enlace con el puente para subir a La Medida, para superar apenas unos cinco metros de prohibido, por invadir el carril de deceleración de la TF-1”, y recalca además que “no se entiende, por ejemplo, que Fasnia, con 3.000 habitantes, tenga tres conexiones con la autopista y Güímar solo dos”.
Una de esas conexiones, la del Puertito de Güímar, sí será objeto en breve de una “intervención importante”, avanza Ofelia Manjón, al considerar que se trata de “una problemática real para la seguridad de los peatones”, cuando hay mucha gente que baja caminando de Güímar al Puertito y “actualmente el paso interior solo está habilitado para vehículos”. Se espera que este año quede redactado el proyecto.
Hace 45 años
En la segunda mitad de los años 70 se desdobló la autovía TF-1 iniciada en 1968 en Los Cristianos y Santa Cruz hasta Güímar, incorporando una vía más, con lo que la autopista ya estaba formada hasta los denominados túneles de Güímar, tras superar dos grandes obstáculos naturales. De un lado, para la construcción de la autopista había que cubrir una extensa área que correspondía a la gran depresión de los barrancos de la zona comprendida sobre el Puertito, y de otro, La Ladera, que constituyó un gran reto para los ingenieros y constructores de la autopista, ya que representaba un auténtico muro que imposibilitaba su continuidad.
El primer problema se solventó rellenando y elevando, por encima del terreno, la autopista, por lo que quedó sobreelevada respecto al lecho de los barrancos que en esta zona confluían. El segundo problema, La Ladera, se resolvió con la perforación y posterior construcción de un túnel que ha pasado a la historia como símbolo de los usuarios de la autopista para atravesar y dividir el Sur más próximo al área metropolitana (Candelaria, Arafo y Güímar) del denominado Sur profundo (hoy, desde Fasnia a Santiago del Teide).
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