Es la primera vez que cinco ayuntamientos de diferente color político se unen a favor del bienestar animal. Comenzaron en octubre con un primer encuentro en Los Realejos, siguieron a mediados de noviembre en La Orotava y este mes sentados frente al Cabildo de Tenerife para plantear, de una vez por todas, la construcción de un albergue comarcal. Una necesidad imperiosa ante la masificación de animales que hay en los refugios privados de todos los municipios.
Sus responsables tienen nombre y apellido. Son los concejales de Bienestar Animal del Puerto de la Cruz (Alberto Castilla) Los Realejos (Carolina Toste); Santa Úrsula (Janira Gutiérrez), San Juan de la Rambla (Claudia Padilla) y La Orotava (Yayi García). Todos ellos se sentaron el viernes con el consejero insular de Agricultura y Ganadería, Francisco Javier Parrilla, para intentar buscar una solución a un problema que es cada vez más acuciante en la Isla. Este último les planteó que llevaran una propuesta en común sobre la futura ubicación de una infraestructura que se antoja cada vez más necesaria y cuyo proyecto el Cabildo está dispuesto a financiar.
Parrilla incidió en que el lugar deberá estar consensuado por todas las fuerzas políticas representadas en cada uno de los Plenos ya que de lo contrario, “será objeto de discordia”.
Pero ello no debería ser así, ya que siempre se barajó La Orotava. Han pasado exactamente ocho años desde que el entonces consejero insular de Agricultura, Ganadería y Pesca, José Joaquín Bethencourt anunciara que en breve se firmaría un convenio con el Ayuntamiento de La Orotava, “tras ceder también suelo de la Corporación insular en el polígono de San Jerónimo” para la construcción del futuro albergue comarcal de animales.
Sin ir más lejos, en el pleno del Cabildo celebrado el 30 de octubre de este año, el grupo de CC-PNC recordó que esta infraestructura estaba contemplada en la red insular de albergues de animales igual que otra en Icod de los Vinos, ambas de nueva construcción.
Sin embargo, hasta la fecha no se ha dado ni un solo paso en este sentido. Una situación que el Cabildo estaría dispuesto a revertir. Para ello tiene previsto destinar más de 830.000 euros en el presupuesto de 2020 para bienestar animal, una partida que incluye las aportaciones que se hacen a diferentes refugios de la Isla y que se podía incrementar ya que no está cerrada.
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