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El Picacho, la última gran victoria de un vecindario

El pueblo de Barranco Hondo se opuso a las torretas de alta tensión en su emblemática montaña y, tras ganar esa batalla, mantiene otra por evitarlas en La Hoya Los Corrales
Una gran cruz se encuentra en el mirador de la cima de El Picacho / NORCHI

Barranco Hondo se ha unido, como nunca, para oponerse a las torretas de alta tensión en su emblema, la montaña de El Picacho. Y han ganado la batalla, pero todavía continúa la guerra, porque ahora se oponen a que esas torretas de REE (Red Eléctrica Española) rodeen la montaña por La Hoya Los Cardones y La Angostura, “la única zona por donde puede crecer el pueblo, porque por el resto todo es espacio natural protegido”, señala Pablo León, de Asafrate (Asociación de Afectados de Red Eléctrica Tenerife).

Esa asociación está a la espera de una reunión con la Consejería de Transición Ecológica, REE y el Ayuntamiento de Candelaria para consensuar una alternativa a ese trazado que debe unir la subestación de Las Caletillas con la de Geneto, a través del suelo de Candelaria y El Rosario. Pablo León entiende que la mejor solución sería “un cable submarino desde Las Caletillas a la subestación de Buenos Aires, en Santa Cruz”, pero también ponen como alternativa, “menos agresiva para el pueblo”, que las nuevas torretas se instalen a 30 metros de las viejas que van por el barranco que separa Igueste de Barranco Hondo, donde “incluso hay dueños de los terrenos que los donan, sin ser expropiados”, comenta León.

Antonio Alberto Delgado, el presidente de Asafrate, no entiende el trazado aprobado por el Gobierno de Canarias, porque “teniendo Las Morras enfrente, que son terrenos balutos, y además están propuestos como alternativa B1 por la propia REE en su estudio de impacto ambiental de 2010. La Consejería de Medio Ambiente la rechazó en 2015 y entendió que la mejor solución es la actual, destrozando todos los terrenos de cultivo y acercándose al límite urbano, yendo en contra de todos sus criterios de actuación”, señala Antonio Alberto Delgado, que siguiendo el ejemplo del poeta local Cho Morrocoyo, escribió esta cuarteta, tras ganar la batalla de las torretas en El Picacho, el símbolo del pueblo.

El Picacho tendrá un drago
Y un pino de compañía
Para recordar el día
En que vencieron los magos
Era muy amargo el trago
Que nos daban de beber
Cumplieron con su deber
Desde el viejo hasta el muchacho
Y hoy nos alegra el alma
Viendo sin torretas El Picacho

Desde El Picacho se puede observar toda la costa desde Santa Cruz al Valle de Güímar / NORCHI

“Ojalá se pudiera echar abajo todas las torres que están haciendo a contrarreloj y sin parar ni siquiera ni un día, por ejemplo, la Torre 4 ,5 ,6 y 7 listas para empezar, cargándose tabaibas,pencas y demás. Esta aberración nos bordea todo el pueblo por la parte trasera del campo fútbol hacia abajo. La verdad, se cargan todo el pueblo por la parte de atrás, que es donde tiende a crecer. Invito a todos a sentarse en el campo de fútbol 7 y ver las maravillosas vistas de torres de alta tensión y cables que que van a dejar”, escribe César Fariña, otro barrancojondero implicado en la batalla contra el nuevo trazado.

Y así casi todo un pueblo, que ya protagonizó -y sigue- una ardua campaña contra la torreta de telefonía móvil justo al lado de un colegio. Telefónica ha contestado que será cambiada cuando el Ayuntamiento de Candelaria le ceda otro terreno, y en esas estamos, mientras una viuda que perdió a su marido por un cáncer mantiene la batalla contra esa torreta. Sin embargo, pocas voces se oyen contra el repetidor que acompaña a la cruz en El Picacho. Y es que todos quieren ver la televisión.

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