la orotava

La Florida resiste a la llovizna

La tradicional romería que puso fin a las fiestas incrementó este año la afluencia de público, en su mayor parte, turistas
La romería puso ayer el broche final a las fiestas del barrio. Sergio Méndez

La llovizna, que por momentos cayó ayer en el Norte de Tenerife, no pudo con el barrio de La Florida, en La Orotava, y sus gentes, dispuestas a celebrar, por todo lo alto, el fin de sus fiestas en honor a San Antonio Abad y Nuestra Señora de La Esperanza que este año estuvieron dedicadas al cultivo del trigo, un cereal característico de la zona.

Vecinos y turistas resistieron a los que algunos participantes denominaron “cuatro gotas que cayeron” y un frío intenso y que no afectaron en nada el normal desarrollo de los festejos, hasta el punto que según los organizadores confirmaron que este año se incrementó la afluencia de público, el 70% turistas.

Según la organización fueron más de 3.000 personas las que acudieron al barrio que el sábado vivió otra de sus jornadas más esperadas: la elaboración del tradicional puchero. Tras la celebración de la eucaristía, la comitiva romera salió con rigurosa puntualidad, las 14.00 horas y culminó sobre las 17.15 horas.

Le acompañaban a ritmo de música tradicional canaria cinco carretas tiradas por bueyes, y varios carros con romeros y romeras que ofrecían al público comida típica canaria y buen vino de la zona.

Parrandas y grupos folclóricos fueron amenizando la jornada que culminó pasadas las 21.00 horas con una tradicional verbena en la plaza del barrio.

De esta manera, el barrio pone fin a sus fiestas declaradas de Interés Turístico Regional el pasado año, aunque los vecinos, verdaderos artífices del éxito de los festejos, ya se preparan para la próxima edición.

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