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El informe de Patrimonio revela que la cripta del antiguo convento tiene dos entradas

Su construcción es una combinación de paredes, cuatro arcos de piedra transversales y vigas de madera laterales
Las obras que se ejecutan en el patio del antiguo convento permitieron encontrar la cripta debajo del presbiterio, que se precintó por precaución. DA
La cripta secreta se encontró apenas se iniciaron las obras de restauración del antiguo convento franciscano de Garachico, en el mes de octubre del pasado año. DA
La cripta secreta se encontró apenas se iniciaron las obras de restauración del antiguo convento franciscano de Garachico, en el mes de octubre del pasado año. DA

El área de Patrimonio del Cabildo de Tenerife confirma que el hallazgo de la cripta secreta en el antiguo convento de San Francisco “fue casual” tras las obras que se realizaban en el inmueble. Así lo indica en el informe redactado tras la visita de inspección, de fecha 25 de octubre de 2019.

Dicho documento precisa que en este BIC, con categoría de Monumento, se encontró un espacio subterráneo en el extremo sureste de la capilla mayor de la iglesia conventual.

El descubrimiento tuvo lugar con motivo de la ejecución de obras de restauración del antiguo convento franciscano, cuyo proyecto fue redactado por el arquitecto Roque Damián Hernández Afonso, y autorizadas por Resolución de 23 de marzo de 2018, sin afectar en ningún caso al espacio de la iglesia.

El arquitecto comunicó el hallazgo al Cabildo el día posterior al mismo mediante documento con registro de entrada el mismo día. Según su declaración, “durante los trabajos de preparación del terreno exterior al sur de la capilla mayor una máquina golpeó la parte baja del muro y cediendo parte de él hacia un espacio interior y subterráneo, dejó a la vista la propia estancia y lo que parece una vía de comunicación con ella desde el interior de la capilla mayor, un conducto formado por piedra, mampuesto y ladrillo rojo, con paramento revestido y cegado en la parte superior con lo que parece una piedra molinera”.

Desde el interior de la iglesia se comprueba la correspondencia de este espacio subterráneo con el testero (parte frontal) este del templo. Su localización precisa es debajo del retablo de la Virgen de los Ángeles de la capilla mayor, que inicialmente formaba parte de la iglesia del mismo nombre, y la presencia de otro hueco de comunicación con la estancia inferior, detrás del sotabanco del retablo que soporta el sagrario, la parte más próxima al Ayuntamiento.

En el documento se detalla que este hueco “es una trampilla horizontal que arranca con un forjado de hormigón de aproximadamente 1,20 metros de altura y aparentemente continúa con arcos de piedra y vigas laterales de madera, y desde él se observa la presencia en el interior de la estancia de varias bolsas de plástico de gran tamaño y llenas de material aún desconocido, así como escombros varios (madera, plástico, cemento).

Una vez hecho este reconocimiento, se descendió a la cámara descubierta desde el hueco, de unos 50 centímetros de diámetro, abierto involuntariamente en el muro de la iglesia, pues es el que entrañaba menor riesgo de alteración de los restos localizados en el suelo.

Según se detalla en el informe, la cueva “corre longitudinalmente en el sentido del muro testero, es decir, recorriendo el ancho de la nave central, sin que pueda determinarse si lo completa, continúa o acaba antes. En el fondo, se observa el resto de un murete de piedra y tras él acumulación de material aparentemente de derribo”.

Su construcción es una combinación de paredes de piedra, cuatro arcos de piedra transversales y vigas de madera laterales en sentido longitudinal, además de una cantidad ingente de mortero de cemento y arena. En la base de los arcos, sendos muretes de piedra y algo de argamasa recorren los laterales de la cámara. “Y como mínimo existe otra trampilla más de comunicación con el nivel superior, cerrada con una piedra molinera similar a la ya citada”. Esto es, quizás, lo que más llama la atención, “que se trata de una cripta que está debajo de la tierra, como una especie de sótano”, subraya el alcalde José Heriberto González.

También se observa la presencia de huesos sobre los muretes, “alguno disperso y acumulaciones sin conexión anatómica, reconociéndose esta solo en un caso, así como algunos restos en el suelo de la estancia”.

En lo que respecta al diagnóstico, la afección más importante es el desplazamiento o pudrición “de, cómo mínimo, una viga de madera que, en cualquier caso, ha caído sobre la clave de uno de los arcos, forzando que este tienda a la horizontalidad y haya dejado de cumplir su función”. Por otro lado, existe acumulación de material presuntamente de derribo, desde la parte superior de los muretes, el suelo, el fondo ya descrito y la base del hueco por el que se ha descendido, que lógicamente acumula grandes piedras y resto de material de fábrica del muro que cedió.

Junto a todo este material estructural desplazado, hay grandes bolsas de plástico que contienen, verificado solo en uno de los casos, material de escombro (madera, cableado, yeso), que parece corresponder a una obra de gran calado y ajena a este espacio, utilizado únicamente y en una fecha incierta como mero depósito.

Si el informe del Obispado fuera negativo y se constatara un riesgo de desplome, el Cabildo sugiere la necesidad de valorar el desescombro, retirada de material ajeno y excavación arqueológica.
Si bien hay quienes insisten tras el hallazgo que esta cripta no era secreta y que muchos habitantes de Garachico conocían su existencia, lo cierto es que esta no está constatada en ninguna institución, ni documento, sostiene el alcalde.

Cierre cautelar

Como propone el Cabildo en su informe, se ha procedido al cierre cautelar y temporal de los dos accesos a la cripta hasta que se tomen decisiones definitivas al respecto. Para ello, el Obispado debe realizar “el estudio urgente” de la estabilidad estructural de la misma y la cabecera que acoge el retablo mayor, de las cargas, y de los proyectos o documentación asociada a las últimas intervenciones en el templo. El 25 de enero, un día después de que DIARIO DE AVISOS desvelara su existencia, el Obispado comunicó que sus técnicos harían una visita al lugar que todavía no se ha producido.

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