El alcalde de La Orotava, Francisco Linares, visitó, en los últimos días, las obras de reforma integral que se lleva a cabo en la antigua sala cine de La Perdoma, para convertirlo en el Auditorio Francisco Álvarez Abrante. Este proyecto supone una inversión de más de 310.000 euros y lo ejecuta la empresa Dimurol.
Durante la visita, se comprobó el buen ritmo de los trabajos, por lo que se estima que si no surge ningún inconveniente, la obra esté lista en septiembre.
El edil delegado del barrio, Darío Afonso, y los concejales de Servicios y Ordenación y Planificación del Territorio, Yurena Luis y Narciso Pérez, respectivamente, participaron también en el recorrido, acompañados por el redactor del proyecto, Francisco Álvarez Abrante, y otros técnicos.
Linares valora que con la intervención “este emblemático espacio se convertirá en un centro cultural referente más para el municipio y la zona Norte, además de ser un revulsivo para el barrio”. Por otro lado, será un complemento al Auditorio Teobaldo Power, en el que también se prevé llevar a cabo una importante reforma.
Con los trabajos que se ejecutan actualmente se apreciará un notable cambio, sobre todo en la techumbre y en todo el interior. La modificaciones y ajustes permitirán que el patio de butacas se incremente y pueda tener capacidad para 300 personas.
A la par, se ampliará la parte del escenario, se crearán nuevos camerinos y una pequeña vivienda para la estancia del artista o acompañantes. Asimismo, se eliminarán barreras arquitectónicas, se instalará un aparato para las personas con discapacidad auditiva y se mejorará en seguridad. Por su parte, el Ayuntamiento adecuará todo el entorno y calles colindantes, ampliando el ancho de las aceras y colocando nuevo pavimento. Los materiales a utilizar y el diseño darán una nueva y moderna imagen al inmueble, y su interior será más funcional.
El Cine Perdoma se inauguró en 1965 y en aquel momento revolucionó el barrio, al poder contar con un cine y, a la vez, punto lúdico-cultural. Así, además de la proyección de películas, se organizaron importantes jornadas culturales como charlas, festivales, conciertos, teatro, mítines, conferencias y encuentros, entre otras cosas.
El espacio ha sido un importante punto de encuentro e intercambio cultural desde la década de los 70 y en los últimos años, además de sala para diversos actos, fue utilizado como local de ensayo de grupos del barrio. Pero cerró sus puertas a finales de los años 80 y en 1997 lo adquirió el Ayuntamiento para seguir desarrollando diversas actividades culturales y sociales.
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