La cuenta atrás se ha detenido. Y aunque los garachiquenses ya habían empezado desde hace algunos meses a preparar las fiestas lustrales del Cristo de la Misericordia que se celebran cada cinco años, el Ayuntamiento y los colectivos implicados en la organización han decidido aplazarlas para el 31 de julio y el 1 de agosto de 2021 debido a la alerta sanitaria y a partir de esta fecha retomarán su periodicidad habitual.
Estas fiestas tienen dos actos principales, el desfile nocturno de las carrozas y los Fuegos del Risco y La Atalaya, que conmemoran la erupción volcánica de Trevejo en 1706, actos que reúnen a un importante número de personas en la Villa y Puerto.
“Pensamos que no es el momento más adecuado para que el Ayuntamiento se gastara la partida de 80.000 euros que había destinado a esta celebración, sino de contención, porque será un año delicado económicamente”, confirma el alcalde, José Heriberto González.
Asegura que fue una decisión muy meditada y consensuada tanto con el concejal de Fiestas, Andrés David Hernández, como con los diseñadores y responsables de las carrozas y las plazas y el párroco del municipio. Entre todos, acordaron posponerlas para julio de 2021 por tres razones fundamentales.
La primera de ellas, señala el mandatario, es económica. El municipio tiene ahora mismo, necesidades más importantes y ese dinero será necesario para poder afrontarlas. A ello se le suman las sanitarias, que impiden eventos con aglomeraciones importantes y esta fiesta, en su última edición de 2015, congregó a unas 30.000 personas solo el día de los fuegos. Y con toda probabilidad, aunque no están organizados por el Consistorio, la romería de San Roque, una de las más multitudinarias de la Isla, y el Baile de Magos correrán la misma suerte.
Por último, están las razones logísticas, que impiden culminar a tiempo el decorado de las carrozas y los fuegos, que requieren la preparación manual de una serie de artefactos que fabrican los vecinos.
Hemeroteca
Publicidad
Esquelas