granadilla de abona

“Nos da vértigo, pero resistiremos aquí lo que haga falta”

Los dos activistas, que llevan cuatro días encaramados en lo alto de las grúas de construcción del hotel de La Tejita, hacen sus primeras declaraciones e insisten en no abandonar su singular y arriesgada protesta “hasta que se paralicen las obras"
Los ecologistas luchan contra el deterioro de un paraje natural / NORCHI

Isabel y José (nombres ficticios), o Grúa Roja y Grúa Azul como los definieron ayer sus compañeros y compañeras ecologistas en aras de mantener su anonimato, se mantienen por cuarto día encaramados en lo alto de dos grúas, a más de 20 metros de altura, soportando el viento, el sol, el frío y hasta, el primer día, la lluvia, en una singular y arriesgada protesta para lograr, ese es su propósito, la paralización de las obras de un hotel de lujo a escasos metros de La Tejita.

Tanto Grúa Roja como Grúa Azul insistieron ayer al mediodía, en sus primeras declaraciones públicas, a través de una conexión telefonía móvil, que “no nos bajaremos de aquí hasta que paren las obras, resistiremos lo que haga falta”, dijeron ambos ante los aplausos de medio centenar de personas concentrados en torno a un altavoz, mientras las palas mecánicas de la contrata seguían removiendo tierra y seis agentes de la Guardia Civil se mantenían expectantes.

Auto del juez impide subirles material y comida

En los cuatro días, la  presencia de la Guardia Civil no ha faltado ningún día, aunque ayer la zona ya no estaba acordonada. Eso sí, ayer se conoció que un auto de un juez ha prohibido que se les suba material o comida a los activistas, a no ser que peligre sus vidas, por lo que se va a contactar con el 061 para que los examinen y solo en caso de que se confirme que hay peligro vital se atenderá sus necesidades por parte de los bomberos, según comunicó ayer el delegado del Gobierno a representantes del colectivo Salvar La Tejita.

Isabel reconoció que “no es sencillo permanecer aquí arriba, porque da miedo, vértigo y mareo mirar hacia abajo, pero se soporta viendo el aliento, los puños levantados y los aplausos de todos los que están ahí abajo”, manifestó, mientras más de una lágrima saltaba en los rostros, ya cansados, de los actividades de Salvar La Tejita y otros movimientos ecologistas que se han mantenido al pie del cañón, nunca mejor dicho, para surtir de aliento a Grúa Roja y Grúa Azul.

Aunque la convocatoria era de rueda de prensa, al final, para hacerlo más ágil y “guardar las baterías del móvil”, la iniciativa consistió en preguntas de Jennifer Pérez, una integrante de la campaña de apoyo creada a raíz del asalto a las grúas, hacía los que consideran “heroínas”.
Los mensajes se resumieron en las reivindicaciones que desde hace años se vienen sucediendo contra la construcción de un complejo hotelero de lujo, de cuatro plantas -al lado, el Residencial Sotavento, también construido por la empresa Viqueira en 2012, de tres plantas-, que no atendió el requerimiento del nuevo deslinde de Costas, aunque los ecologistas, y en concreto los activistas que desde el martes se encuentran encaramados en lo alto de las dos grúas, no solo pretenden que se atienda el deslinde costero, sino que se paralice toda la construcción por considerarla “un hotel ilegal”.

“Juntas se puede parar el expolio de nuestra tierra. La Tejita nos necesita. Juntas se puede hacer justicia, sin esta no hay paz”, señaló Isabel, mientras que su compañero resaltó que tienen la “convicción” de hacer lo que creen.

José, Grúa Azul, terminó con un mensaje de optimismo: “Está en nuestras manos hacer de Canarias la realidad que siempre hemos soñado. Asimismo, dejó claro que no se van a rendir: “Aguantaremos lo que haga falta”, reafirmó elevando la voz.

Su compañera agradeció el detalle de los bomberos de acercarles con una escala alimentos y ropa de abrigo -y también una batería exterior para móvil- pero no así de la Guardia Civil, que “el primer día nos atosigaron con luces y ruidos para que no descansáramos, algo que ya ha cesado”, reconoció, mientras que, al igual que José, “el mayor miedo es ver cómo siguen trabajando ahí abajo, muy cerca de las grúas o de la parabólica que han traído”, señalaron.

Tanto los activistas en las alturas como aquellos que le apoyan desde abajo agradecieron el apoyo de los medios y la repercusión que ha tenido tan osada iniciativa, una muestra, según ellos, de que “no están solos, no estamos solos” en defensa de la naturaleza y del territorio de las Islas, mientras “el Gobierno y Costas siguen mirando para otro lado”.

La originalidad no falta en la cartelería de los activistas / NORCHI

Manifestaciones y concentraciones

Hoy, para mantener viva la llama de la protesta, a las cinco de la tarde se realizará una manifestación “en el hotel ilegal de La Tejita” que han dado en llamar “visita turística” para “disfrutar y conocer todas las irregularidades en este maravilloso paraíso natural”. También al mediodía, grupo de ecologistas se concentrarán en El Puente, La Orotava, para manifestar su apoyo a los activistas de La Tejita que luchan por una “Canarias más sostenible”.

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